La alternativa de estrategia competitiva elegida por la empresa (Liderazgo de Producto, Excelencia Operativa, Relación con el Cliente, Concentración), así como las advertencias y desafíos detectados, nos ayudarán a identificar un conjunto de competencias, tecnologías y cambios en la Cultura Organizativa que debemos potenciar para alinear nuestros recursos actuales con la estrategia a seguir. Esto es, bajo la perspectiva del Aprendizaje y Crecimiento (o los recursos) del CMI, estaremos en disposición de establecer unos objetivos en esta perspectiva, y unas inversiones en formación, capacitación o nuevas tecnologías que actúen como palancas del cambio necesario.
Con los resultados de esta reflexión estratégica, la empresa está en disposición de construir su Mapa Estratégico, esto es:
- Enunciar los objetivos en cada perspectiva y línea estratégica.
- Clarificar las relaciones causa-efecto entre los objetivos.
- Establecer indicadores y sus metas (objetivos cuantificados) para evaluar el cumplimiento de esos objetivos.
- Establecer iniciativas y planes de acción concretos alineados con esos objetivos estratégicos.
- Dotar de presupuesto a esas iniciativas, permitiendo así que se materialicen las inversiones necesarias.
- Reconocer, premiar la implicación de los empleados con la consecución de los objetivos (metas de los indicadores).
Así por ejemplo, en el caso de una empresa que se decante por una estrategia de Excelencia Operativa:
- Será necesario desarrollar una marcada línea estratégica de Rentabilidad que posibilite la competencia deseada por precio.
- Serán clave los procesos operativos (compras, fabricación, expediciones, gestión de stocks) cuya eficiencia posibilite el mantenimiento del bajo precio.
- Deberemos desinvertir sobre productos con bajas previsiones de crecimiento o dirigidos a segmentos altos o altamente especializados.
- Necesitaremos una línea estratégica complementaria de crecimiento que garantice el volumen mínimo necesario para mantener la economía de escala, compensado la pérdida de volumen por abandono del segmento de clientes alto o altamente especializados.
- Deberemos externalizar actividades que puedan ser desarrolladas más eficientemente a un menor coste.
- Nuestra inversión en recursos deberá focalizarse en mejorar continuamente la productividad y eficiencia, a través de la Gestión de Calidad Total (TQM), el trabajo en equipo, la estandarización de metodologías y procedimientos de trabajo, y el dotarse de las herramientas informáticas rápidas, integradas y fiables que nos proporcionen el mejor control operacional posible.
Su Mapa Estratégico podría ser el siguiente:
Ilustración 3: Ejemplo de Mapa Estratégico para una empresa que compite por Excelencia Operativa
En la siguiente tabla realizamos una propuesta de algunos posibles indicadores para cada objetivo:
