A lo largo de la historia, el concepto de calidad en la fabricación ha ido evolucionando con la propia metodología de fabricación y ésta debida a su vez a los cambios en la demanda por parte del mercado.
Desde la metodología de fabricación artesanal hasta la calidad total, la sociedad ha ido pasando por etapas que se han ajustado a las necesidades del momento y a la forma de enfocar y resolver los problemas que se planteaban en la época.
En tiempos anteriores a la revolución industrial, la producción se basaba en un modelo artesanal. Este modelo artesanal consistía simplemente en tratar de hacer bien las cosas sin prestar demasiada atención a los recursos utilizados y teniendo como objetivo principal la satisfacción del cliente y la satisfacción del propio artesano. Además hay que tener en cuenta que la realidad del momento planteaba que en la mayoría de las ocasiones se trataba de la fabricación de productos únicos.
La revolución industrial nace de la necesidad de satisfacer una gran demanda. Una de las diferencias de este periodo con respecto al anterior es que es en este punto en el que se identifica el concepto de calidad con el concepto de fabricación. Sin embargo, se tenía más concienciación con respecto a cubrir la demanda que con el hecho de que las unidades fabricadas posean un cierto nivel de calidad. Todo ello viene propiciado por el hecho de que el principal objetivo del fabricante es la obtención de beneficios a base del aumento de la producción.
Con la segunda guerra mundial, el escenario internacional sufre un vuelco, de forma que el cambio de las necesidades debidas a este conflicto es totalmente diferente a lo conocido hasta el momento. Entonces lo que prima es que el armamento fabricado sea totalmente eficaz, con unos plazos de producción cortos, restándole importancia al hecho de que se eleve el coste de fabricación por estas causas.
El siguiente hito evolutivo corre por cuenta del Japón de la postguerra. La filosofía japonesa en este momento persigue fabricar bien a la primera. Con ello se consigue minimizar los costes mediante la Calidad apoyándonos en otros dos pilares básicos como son la satisfacción del cliente y la competitividad. Mientras tanto en el resto del mundo se vuelve a la filosofía de la revolución industrial que es fabricar cuanto más mejor, debido a la coyuntura del momento que perseguía satisfacer la demanda originada por la guerra.
Hasta este momento son los conflictos bélicos o sus consecuencias los que hacen evolucionar las técnicas de control de los procesos de fabricación.
Tendrán que superarse varias etapas adicionales para llegar al concepto de calidad total con todo lo que conlleva, como el control de los procesos y de los productos fabricados. La mejora en la precisión de los equipos de fabricación y las soluciones que empiezan a emerger a partir de este momento facilitan la toma de datos y el análisis de los datos obtenidos de forma decisiva.
José Luis González
Consultor de Negocio - DATADEC -