La Cadena de Valor

  • Actualizado: 10 diciembre 2021
  • Publicado por primera vez: 23 julio 2013

la cadena de valor

La Cadena de Valor, concepto que relacionamos con la necesidad de optimizar todos los costes implicados en la actividad de una empresa, desembocando en estrategias directivas para ganar competitividad.

Tenemos claro que queremos mejorar, pero no sabemos qué y cómo, y parece evidente pensar que no podemos mejorar algo que no conocemos. Por ello, el pilar básico de los estudios de la cadena de valor es la definición de cada proceso o actividad que realizamos en la empresa. Cuántas veces nos hemos encontrado con la respuesta de “no sé, siempre lo hemos hecho así” a la pregunta “¿por qué estamos haciendo esto así?”. Tenemos que replantearnos de forma continua cómo realizamos estas actividades y por qué las realizamos de esta forma. Evidentemente, la naturaleza de cada actividad es variada, pero todas ellas requieren de estudio y medición.

cadena-de-valor

Estas actividades consumen recursos y por tanto suponen un coste, que consideramos el indicador clave de medición de todo proceso. A modo de ejemplo presentamos un esquema simple de los procesos que afectan a la cadena de valor de una empresa productiva:

  • Dentro de cada actividad tenemos que plantearnos qué es lo que aporta valor en el proceso y qué es aquello que únicamente aporta un coste sin que resulte un valor añadido, profundizando en las posibles técnicas de mejora del proceso. Estas mejoras pueden ser dispares en función de la naturaleza del proceso, como por ejemplo.
  • Para actividades “industriales” las famosas herramientas Lean Manufacturing, que nos pueden ayudar a minimizar tiempos de preparación, mejorar la calidad interna, estandarizar la fabricación, ganar en flexibilidad, optimizar costes de almacenamiento y manipulación, etc.
  • Para actividades “administrativas” algunos ejemplos serían procesos de captura de pedidos, facturación a clientes, planificación de la distribución y transporte o atención post-venta del cliente.
  • Para actividades “comerciales y marketing” podríamos pensar en establecimiento de nuevos catálogos, definición de ciclos de vida de producto, campañas de publicidad/marketing o política de retribuciones variables de comerciales.

Como indicábamos anteriormente, la importancia de esta ingeniería analítica de procesos, hace que muchas empresas se replanteen sus estrategias y posicionamiento en el mercado después de conocer los costes objetivo de los productos. Para ayudar en todo este proceso, existen metodologías y herramientas que den forma a estos proyectos, conocidas como ABC (Activity Based Costing) / ABM (Activity Based Management), y nos van a permitir interactuar con los procesos para reducir costes y ganar en competitividad. El objetivo del ABC será conocer cómo funciona la empresa y cómo interactúan todos los procesos entre sí, dotando de una dimensión de valor a cada uno de ellos, mientras que el ABM nos va a permitir tomar decisiones operativas y estratégicas orientadas a un mayor aporte de valor a nuestros clientes.

Para terminar, concluiremos diciendo que estas herramientas podríamos considerarlas necesarias pero no suficientes. Es decir, necesitaremos de herramientas que nos permitan gestionar y medir cuantitativamente nuestros procesos, así como representar analíticamente los resultados en todas las áreas. Ejemplo de las primeras serían herramientas integrados de gestión (ERPs), sistemas de captura de datos en planta, herramientas de movilidad o herramientas de gestión de clientes (CRM), mientras que ejemplos de las segundas serían herramientas de Business Intelligence (BI) o cuadros de mando integrales (BSC).

Víctor Vidal
Consultor de Negocio –DATADEC-