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En los últimos años han ido incrementándose los proveedores de servicios de respaldo en la nube (Cloud Computing), esto es, las copias de seguridad y/o el acceso al sistema remoto que contiene la réplica en tiempo real de sus datos se ubica físicamente en un centro de datos externo (data center) de un proveedor. Un paso más avanzado en esta estrategia, es el de además contratar la plataforma de aplicaciones y sistemas mínima necesaria en este data center para que sus empleados puedan pasar a trabajar con normalidad contra el data center, de manera transparente a los mismos, en el caso de una contingencia o desastre en las propias instalaciones de la empresa. Este servicio se está dando a conocer como RaaS (Recovery as a Service) o DRaaS (Disaster Recovery as a Service) y se presta bajo la modalidad de una cuota mensual o anual razonable, sobre todo si la comparamos con el perjuicio económico que la indisponibilidad prolongada de sus sistemas informáticos puede provocarle a la empresa.
Evidentemente para que un servicio de recuperación ante desastres esté adecuadamente diseñado y dimensionado, es necesario un riguroso proceso previo de análisis, cuyas claves describimos a continuación:
Tras este análisis, podemos empezar a realizar la propuesta de nuestro:
Y diseñar las características de nuestro servicio RaaS:
Para asegurar que nuestros planes, protocolos y servicio de respaldo siguen siendo adecuados y operativos, es necesario implementar también los procedimientos de revisión periódica, lo que implica:
Como siempre ocurre en la informática, no hay que olvidar nunca la criticidad del componente humano, debemos asegurarnos de que tanto el personal propio de la empresa, como el personal del proveedor del servicio RaaS:
Es aconsejable disponer de una aplicación informática de flujo de trabajo (workflow) donde implementar los protocolos previstos, y desde donde interactúen los distintos participantes durante las pruebas y casos reales de contingencia.
*Photo by panumas nikhomkhai from Pexels