TRANSFORMACIÓN DIGITAL PARA UNA ECONOMÍA DIGITAL

Durante las últimas décadas estamos inmersos en un proceso de cambio sistemático en el que, casi todos, hemos probado nuevas formas de comunicación y relación a través de dispositivos electrónicos e internet. Es lo que podemos denominar “el mundo digital”, algo que se ha colado en nuestras vidas y que lo utilizamos de forma diaria con mayor o menor frecuencia. Este entorno digital ha dado lugar a lo que llamamos “economía digital” y que nos afecta a todos, con independencia de que realicemos o no transacciones por internet, y con independencia también de la frecuencia de uso, ya que ha cambiado las condiciones competitivas y los modelos de negocios de muchas empresas.

En un contexto de este tipo, se ha hecho necesario que las empresas se adapten a esta situación en lo que hemos venido en llamar el “proceso de transformación digital” de las empresas, y cuyo mayor exponente trata de automatizar los procesos de gestión.

Es importante no confundir la necesidad de afrontar un proceso de transformación digital, con el hecho de que una empresa realice o no transacciones a través de internet. La economía digital, lo que ha puesto de manifiesto, es qué internet tiene una serie de características (como la inmediatez, rapidez, etc…) que la he convertido en el principal canal de comunicación entre empresas e individuos. Aunque una empresa no venda por internet, sus clientes potenciales buscan información a través de la red, aunque la transacción sea finalmente en el mundo real. Esto no solo es de aplicación en las relaciones empresas - usuarios finales (B2C), sino también en las relaciones entre empresas (B2B), ya que los cambios producidos al final del sistema de valor de la industria afectan a todos los eslabones de su cadena de valor.

Cuando las empresas se plantean adaptarse a las nuevas oportunidades y amenazas que conlleva este nuevo entorno competitivo, lo primero que deben plantearse es el punto de partida desde el que se plantea un proceso de este tipo, y que al fin y al cabo es lo que podemos llamar “estado de madurez digital”.

¿Qué es la madurez digital?

Como hemos comentado, saber dónde estamos y desde dónde comenzaremos a desarrollar la transformación digital es el primer paso que debemos implementar. Por eso, conocer el nivel de madurez digital de una organización nos servirá de guía en este camino.

La madurez digital es un indicador que nos mostrará dónde estamos en un momento determinado y cómo vamos avanzando en nuestro desafío de esta transformación. Cada compañía deberá desarrollar su propia definición y su propio indicador de madurez digital en función de sus objetivos de negocio.

A titulo informativo, te indicamos a continuación algunas consideraciones que pueden ayudar a valorar el nivel de madurez:

• • el liderazgo, la visión y la estrategia adaptada a las características digitales,
  • comprensión de necesidades digitales de los clientes,
  • la oferta de productos y servicios digitales,
  • las operaciones y la forma en que trabajamos,
  • la infraestructura tecnológica de la organización para dar soporte a los negocios o procesos digitales,
  • el conocimiento y las destrezas digitales de las personas que trabajan en la organización,
  • la cultura organizacional
  • etc…

El Instituto de Tecnología de Massachusetts y Capgemini han definido los siguientes niveles de madurez en los que se pueden encontrar las empresas, lo que nos puede ser útil para ver si nos identificamos con alguno de ellos:

• • “Digital beginners”, que son los recién iniciados y que responde a compañías que implementaron sistemas de gestión digitales como el sistema ERP y que comenzaron a vender "online", pero que no son conscientes acerca de qué otros beneficios les puede aportar el mundo digital.
  • “Digital fashionists”, son los que implementan algunas tecnologías y desarrollan algunas acciones porque está de moda, pero sin demasiada estrategia. Saben que hace falta tener una visión y una cultura digital, pero son escépticos del valor de las tendencias digitales.
  • “Digerati”, que son los maduros digitalmente. Tienen visión, gobierno, compromiso e inversión en proyectos digitales. Desarrollaron una cultura digital y capacidades digitales como manejo de la transformación. Cambiaron la forma de relacionarse con clientes, las operaciones internas y los modelos de negocio y los equipos han logrado adaptarse a los nuevos procesos.

Para mejorar cualquier cosa, hay que medir los resultados, y por tanto, si queremos acometer un proceso de transformación digital deberemos plantearnos cómo medir nuestra madurez digital a través de un indicador que no solo nos diga dónde estamos sino también cómo evolucionamos.

¿Cómo medir la madurez digital?

Antes hemos hecho unas consideraciones sobre aspectos que nos indicaban el nivel de madurez digital de una empresa. Estos puede ser un buen punto de partida para definir distintos indicadores que nos digan dónde estamos y también la evolución que vamos alcanzando en nuestro proceso de adaptación.

La pregunta que nos hacemos es ¿qué deberíamos medir exactamente?

• En cuanto a la visión, la estrategia y liderazgo digital, se mide:
  
  
  • el nivel de involucramiento, conocimiento y predisposición en cuestiones digitales del número uno y del “director de equipos".
  • si la compañía cuenta con una clara visión y una estrategia digital definidas por el CEO o si solamente implementa acciones aisladas o a nivel operativo, pero no estratégico, que impacten en toda la organización.
  • si se cambió el modelo de negocio de la compañía o sise adoptaron o adquirieron nuevos modelos de negocio.
  • si tiene definido un posicionamiento digital, es decir, qué piensa de lo digital y cómo lo ve.
  • si tiene un plan de transformación digital. 

• Con respecto al entendimiento de las necesidades digitales de los clientes, se mide:
  
  
  • si la compañía tiene una estrategia 'unicanal', es decir, que ponga al cliente en el centro y a partir de allí desarrolle nuevos canales de comercialización.
  • si utiliza información generada por los clientes en "real time" o tiempo real tanto para ofrecerles soluciones personalizadas, a partir de herramientas predictivas de comportamiento, como para conocer resultados de negocio mediante analítica web.
  • si trabajan desde la experiencia de cliente para establecer nuevos canales de relacionamiento. 

• En cuanto a la oferta de productos y servicios digitales, se mide:
  
  
  • si la compañía tiene un plan de revisión y reformulación de productos, si cuenta con una estrategia de desarrollo de nuevos productos digitales y para ambas su estado de avance.
  • si la compañía ha incorporado nuevos servicios en su propuesta de valor sobre la base de la tecnología digital.
• Con respecto a las operaciones y la forma en que se trabaja, se mide:
  
  
  • si la organización trabaja en forma colaborativa, es decir, integrando expertos de diferentes áreas a la hora de pensar y desarrollar iniciativas relacionadas con lo digital.
  • si implementa metodologías ágiles que les permitan hacer rápidas iteraciones, es decir, repetir un proceso para alcanzar una meta deseada utilizando cada punto de llegada como punto de partida de la siguiente iteración, por ejemplo, "lean".
  • si ha reformulado sus procesos y en qué grado de avance se encuentran. 

• Con relación a la infraestructura tecnológica de la organización para dar soporte a los negocios digitales, se mide:
  
  
  • si se cuenta con los conocimientos tecnológicos suficientes.
  • si existe tecnología disponible para el negocio que se quiere hacer o si hace falta desarrollarla y su grado de avance o desarrollo.
  • si existen proveedores o "partners" que puedan acompañar en el proceso. 
  • el nivel de adopción y desarrollo enla generación y procesado de facturas electrónicas, 
  • tener su propio "website",
  • vender por Internet.
  • el nivel de adopción y desarrollo en hacer marketing "online" y la utilización de redes sociales.
  • trabajar a partir de análisis de macrodatos o "big data analytics",uso del "cloud computing" o computación en la nube, 
  • incorporación de las soluciones móviles,
  • desarrollo de Internet de las cosas,
  • implementación de "bots" para la gestión de servicios al cliente.
• Con respecto al conocimiento y las destrezas digitales de las personas que trabajan en la organización se mide:
  
  
  • si son usuarios de Internet o si son creadores de contenido en Internet y de todo lo que se comparte en él.
  • si tienen conocimientos y habilidades digitales básicas.
  • si son expertos en tecnologías de la información y de la comunicación.
  • si son graduados en ciencia, tecnología, ingeniería o matemáticas, y con qué porcentaje de cada grupo cuenta la compañía.
  • si se cuenta con un plan de incorporación y de desarrollo de talento digital. 
  • Si se capacita a colaboradores actuales en transformación digital y el nivel de experiencia con el que cuentan.

No obstante, cada empresa debe adaptar estas cuestiones a su negocio en particular y desarrollar nuevas preguntas.

Conclusiones

Adaptarnos al entorno de economía digital en la que vivimos no es una opción, es una necesidad y lo primero que deberemos analizar son las brechas entre a dónde queremos llegar y dónde nos encontramos actualmente. Ese análisis nos permitirá visualizar rápidamente dónde se encuentran los factores más críticos, los más urgentes o dónde necesitaremos hacer más foco o pedir más ayuda y también serán los indicadores iniciales desde donde comenzar a medir.

Esto nos ayudará, sin lugar a dudas, a dirigir nuestros esfuerzos en lo que realmente es importante para nuestra empresa y poder optar a solicitar las ayudas estatales que todos los gobiernos están planificando para este proceso de transformación digital.

Según el Instituto de Tecnología de Massachusetts (MIT), el éxito de las empresas con madurez digital está dado por los siguientes aspectos: 

• • la colaboración entre equipos de distintas áreas y con los clientes.
  • la innovación en escala mediante pequeños experimentos que llevan al gran resultado.
  • la manera en que acceden y atraen talento digital permitiendo que se desarrollen y adquieran experiencia en la organización.
  • la planificación a largo plazo.

Esperamos que este tema ayude a que cada empresa valore el lugar donde se encuentra, desde un punto de vista de las oportunidades que el desarrollo digital nos ofrece.

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