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Las empresas necesitamos herramientas de apoyo para gestionarnos. La complejidad del escenario competitivo requiere del uso de lo que llamamos herramientas facilitadoras de nuestros procesos de gestión, necesarias para mejorar nuestro rendimiento y eficacia. El exponente mas representativo de este tipo de herramientas lo constituyen los sistemas ERP (Sistema de planificación de recursos empresariales), que son herramientas que permiten ahorros en tiempo significativos, facilitan la obtención de información de calidad, y facilitan el control interno de las organizaciones integrando a todas las partes de las mismas.
En el actual entorno competitivo, es necesario para cualquier organización, adaptarse e innovar para mejorar su posición en el mercado, y es aquí donde entra en juego la agilidad en las decisiones que se toman, es decir, disponer de un proceso de decisión ágil.
Para ello, las empresas deben de desarrollar 2 competencias necesarias e intrínsecamente relacionadas:
Podemos decir, en este mundo cada vez más digital, que de lo que se trata es de fortalecer la capacidad de una organización para adaptarse rápidamente a las nuevas condiciones del negocio aprovechando sus capacidades digitales. En este sentido,
En un entorno hipercompetitivo e hiperconectado, las empresas no se pueden conformar con operar y ser eficientes, deben ir un paso por delante de la competencia, y aquí las tecnologías de información juegan un papel fundamental facilitando a las organizaciones la posibilidad de alcanzar una ventaja competitiva desarrollada a partir de un sistema de decisión ágil que suponga contar con información oportuna, cierta y en tiempo real.
Una parte muy importante de esta información se generará a partir de los datos contenidos en los sistemas ERP, pero no será los únicos. Podríamos decir, que las principales fuentes de datos sobre las que se debe sustentar un proceso eficaz para tomar decisiones serán:
Esta proliferación de datos digitales, disponibles en repositorio corporativo, tiene la ventaja de que se pueden medir y analizar, transformando los datos en información útil que pueda ser aprovechada para mejorar nuestro conocimiento del negocio, tanto de nuestra posición en el escenario competitivo como de los riesgos a los que nos enfrentamos.
Para ello disponemos de desarrollos tecnológicos y científicos que será de un gran apoyo basados en:
De lo que se trata, al fin y al cabo, es de potenciar el desarrollo del conocimiento en base hechos reales (descartando las opiniones y la intuición) que ha supuesto un gran apoyo como base del sistema de toma de decisiones de las empresas en un entorno como el actual: hipercompetitivo.
En este punto nos vamos a referir a los sistemas de toma de decisiones en base a datos reales, lo que nos permitirá conocer la situación en base a hechos y no en base a conjeturas, suposiciones o intuiciones. Para ello, hay que tener en cuenta que la mejora del conocimiento de una persona se sustenta en dos condiciones necesarias:
Vamos pues a analizar cada una de ellas.
Podemos decir que el valor de la información depende de forma directa de la calidad y del análisis de los datos, de forma que se garantice:
En este tema, además de la formación profesional que tenga una persona, será muy importante cómo le llegan los datos convertidos en información útil. Para ello, será critico:
Para conseguir ambos objetivos, existe lo que llamamos el diseño de un modelo multidimensional (de acuerdo con el argot utilizado en “Data Science”). A grandes rasgos, el modelo multidimensional distingue dos tipos de datos:
Esta división nos permite disfrutar de dos beneficios:
Por último, para explotar toda la información, existen una gran variedad de herramientas analíticas y de BI, lo cual puede dificultar la elección de la solución más adecuada, que en cualquier caso tendrá que ver con el tipo de empresa, tamaño, sector, objetivos y procesos que se quieran cubrir, pero en todo caso nos tiene que asegurar que seamos “ÁGILES”.
En un escenario competitivo con altas turbulencias, ser ágiles en la toma de decisiones resulta un imperativo para la creación de ventajas competitivas.
La tecnología nos ofrece las herramientas necesarias para conseguirlo, y en concreto, las soluciones de ERP y BI pueden y deberían funcionar juntas, para garantizar un apoyo eficaz a las necesidades de gestión.
Por una parte, tomar buenas decisiones es una habilidad que se desarrolla a lo largo del tiempo. Para tomar buenas decisiones es necesario tener acceso a la información adecuada en el momento oportuno. Si las decisiones se toman basadas en la intuición, es muy probable que se conviertan en decisiones erróneas. Las herramientas de Business Intelligence (BI) son un conjunto de herramientas tecnológicas que permiten a través de un diseño inteligente de los datos de la empresa realizar análisis detallados para apoyar las decisiones.
Por otra parte, disponer desde un sistema de gestión integral ERP de una forma estructurada de estos datos, en el momento y lugar en el que los necesitemos, nos ayudará a tomar las mejores decisiones. En este sentido, una de las principales ventajas de un ERP es que es una herramienta de apoyo en la toma de decisiones, que permiten la integración de la información de todas las áreas operativas de la empresa de forma automatizada, y esta automatización incrementa el nivel de confianza de los datos que maneja.
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