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Este post, es la tercera propuesta de un conjunto de 3 que hemos querido compartir, relacionados con algunas gestiones comunes a todas las empresas, y que son procesos fáciles de digitalizar para adaptarlos a las ventajas que nos ofrecen las tecnologías actúales, con muy buenos resultados. Nos referimos a:
Como os hemos comentado en los anteriores artículos, nuestro interés en compartir estos artículos estriba en pensar que: no aprovechar las ventajas que nos ofrece el estado de la tecnología a día de hoy, supone perder o limitar algunas capacidades que son necesarias para competir en un entorno tan digitalizado. Es precisamente este hecho el que nos permite decir que la situación actual se caracteriza por:
Cuando hablamos de sitio web nos estamos refiriendo, tanto al portal web corporativo, como a la tienda online (ecommerce) en el caso de que exista. Estas dos plataformas suponen la base de la comunicación corporativa y de las transacciones comerciales en el caso de contar con esta última funcionalidad.
En el transcurso de nuestro desarrollo profesional hemos escuchado a algunos ejecutivos, aunque cada vez son menos, que descartaban las inversiones en el ámbito de internet por considerar que su modelo de negocio solo se ajustaba a un formato “Off-Line”. Esto supone una visión de la realidad de una forma muy “introspectiva”, y tal vez sería conveniente conocer cuáles son los hábitos de comportamiento de los agentes que forman parte del entorno en el que desarrollan su actividad. A título de ejemplo, todos sabemos que seguramente nunca se venderá un coche por internet, sin embargo, los clientes potenciales se informan primero por la red como parte de su proceso de compra, por lo que aquellas empresas que vendan coches deberán estar presentes en internet a pesar de que no formalicen ventas por este canal, ya que es importante que participen activamente en todo el proceso de compra de sus clientes potenciales.
Es muy común cuando se analizan estos temas, pensar que internet es un buen canal de comunicación para las relaciones B2C (relación entre empresas y consumidores finales), pero no en las relaciones B2B (entre empresas). Si bien es cierto que pueden existir diferencias de planteamiento, la importancia de la comunicación sigue siendo igual de importante. A título de ejemplo, conocemos una empresa en España que estuvo varios meses negociando con un proveedor chino para asegurar un gran volumen de compras de una materia prima para su proceso de fabricación industrial. La empresa china les informó durante el proceso que no tenían una buena imagen de la empresa española porque no habían encontrado ninguna referencia de esta en internet, lo que les había provocado cierta desconfianza que repercutía en las condiciones que exigían para que fuera viable la operación. Sin lugar a duda, internet es un medio en el que las empresas deben forjar su imagen corporativa y puede ser un excelente medio para fortalecer las relaciones con terceras partes, tanto en un sistema de relaciones B2C como B2B.
Hoy en día, existen multitud de soluciones para desarrollar sitios web a las empresas, con unos precios que pueden oscilar desde prácticamente gratis a importes muy elevados. Dependerá todo de la orientación y de la estrategia que se quiera desarrollar. Además, este tipo de acciones permiten hacerlas de forma escalona, de forma que las inversiones se acometan a medida que se vean los resultados, con lo cual reducimos mucho el riesgo de equivocarlos.
Es importante tener en cuenta que tener un sitio corporativo en internet, sólo es el primer paso para estar presentes en la red, ya que, tan importante como “estar” es que sepan los demás que “estas” y para ello es importante desarrollar otra serie de acciones que comentaremos más adelante.
Por último, hay que tener en cuenta que, dependiendo del planteamiento que cada empresa haga, deberá considerar la necesidad de integrar las diferentes herramientas tecnológicas necesarias para acometer cada una de las acciones que se proponen. En este sentido, dependiendo de si la presencia en internet incluye o no la venta online, se deberá considerar la integración del ecommerce con el resto del sistema de gestión de la empresa (normalmente el sistema ERP), pero este requerimiento (hoy en día) no debería representar ninguna dificultad, dado el estado de la tecnología que facilita estas cosas. Además, existen fabricantes que te ofrecen soluciones completas en este sentido, tanto la parte de internet como la parte del sistema de gestión ERP perfectamente integrados (a título de ejemplo puedes ver la solución de DATADEC).
Dicho esto, vamos a ver porqué es importante invertir en una web corporativa, y en su caso, en una tienda online también.
Como hemos comentado anteriormente, la justificación a esta pregunta la tenemos que encontrar en la necesidad de que las empresas se adapten a los cambios en el comportamiento de los agentes que interactúan con ella en general. En particular, es especialmente importante considerar los hábitos de conducta de los clientes y usuarios que se relacionan con la marca, que cómo hemos comentado anteriormente, recurren a internet para resolver cualquier duda o informarse de cualquier tema.
Dicho esto, si consideramos que es necesario estar en internet, y como consecuencia de que en el mundo digital todo se puede medir, tenemos que aprovechar los análisis que nos permiten mejorar nuestro conocimiento sobre el comportamiento de los usuarios en nuestro sitio web, esta es una nueva oportunidad muy potente que nos depara en general el mundo digital, así que hay que aprovecharla siempre, ya que podemos medir cosas que hasta el momento no era fácil de hacer.
De acuerdo con estas consideraciones, es fácil entender que para invertir en tu sitio web corporativo sería un error condicionar la decisión a:
Por todo ello podemos decir que:
En este caso, nos vamos a referir sólo a la página web corporativa dentro de nuestro sitio web y no a la parte de ecommerce.
Para ello, lo primero que nos tenemos que plantear son los objetivos qué pretendemos alcanzar, y para ello es importante tener presentes que la razón final de todo esto es generar confianza a través de una comunicación eficiente de lo que somos, de lo que hacemos, de nuestros valores, de lo que sabemos, etc…, de forma que reduzca las barreras que nos separan.
En este post no nos vamos a referir a los requerimientos de diseño de carácter técnico, sino a los requerimientos funcionales alineados con los objetivos que perseguimos. En este seno es importante tener presente 2 axiomas que deben estar presentes en todo el desarrollo:
Para conseguir estos objetivos será necesario que la web corporativa contemple siempre contenidos con relación a:
Con todo ello, los beneficios adicionales que podemos obtener son los siguientes:
Tras haber invertido en una web corporativa, la cuestión es determinar si es conveniente adicionar también una tienda online.
La respuesta a esta cuestión es fácil, a priori, teniendo en cuenta la funcionalidad para la que está pensado un ecommerce. En este sentido, lo que nos permite una plataforma de este tipo es la posibilidad de formalizar transacciones comerciales a través de internet. El problema, llegado a este punto, es determinar si tu negocio es compatible o no con esta forma de operar.
Existen algunos indicadores que nos pueden ayudar a esclarecer este tema, que a título de ejemplo podemos resaltar:
No obstante, tenemos que ser creativos a la hora de afrontar este tema y pensar en nuestro buyer persona, ya que los hábitos de comportamiento han cambiado mucho y en algunos casos, en sectores industriales (B2B) en los que no se pensaba que fuera posible, se ha implantado con éxito las tiendas online (como el suministro de material eléctrico, etc…, ver más información en el artículo “Ecommerce B2B, Adaptarse o morir”).
Equivocarse en una decisión de este tipo puede suponer perder competitividad, en incluso, perder la posibilidad de desarrollar una diferencia competitiva eficaz.
Ya puedo decir que estoy presente en internet y ¿ahora qué?
Llegar a tener un sitio web corporativo, con o sin un ecommerce, es un requerimiento necesario para poder decir que tenemos presencia en internet, pero no es una condición suficiente. Podemos decir que una cosa es “estar” y otra muy diferente es “tener visibilidad”, es decir, que la gente te encuentre, ya que de poco sirve “estar” si nadie sabe “dónde estás”.
A partir de aquí hay que tener claro, como todas las cosas en la vida, que hay que gestionar los nuevos requerimientos que conlleva la presencia digital de una empresa a través de internet. En este sentido, las acciones de marketing digital se convertirán, en la mayoría de las empresas, en un de los nuevos procedimientos que deberán implantar en su gestión.
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