Cada esfuerzo realizado por una compañía en una implantación ERP debe ser medido en términos de mejora de la productividad y resultados obtenidos a partir de la cantidad invertida en ello y justo eso es lo que hace el ROI.
El ROI (Return On Investment) o retorno de inversión es el valor económico generado como resultado de la implementación de diferentes acciones. Por tanto, este indicador nos permite medir el rendimiento que hemos obtenido de una inversión, en este caso, en un ERP.
Por definición, el ROI es una razón financiera que compara el beneficio o la utilidad obtenida en relación a la inversión realizada:
Las fórmulas de retorno de la inversión contienen dos expresiones fundamentales: beneficios y la inversión realizada para obtenerlos en un periodo dado.
El cálculo del ROI puede realizarse antes, durante o al finalizar la implantación del ERP. Nosotros aconsejamos que siempre se haga antes y al final, como mínimo, para comparar ambos indicadores. Según Aberdeen Group, si el ROI se identifica antes del inicio del proyecto y se evalúa de forma continuada durante todo el proceso de implantación, se obtienen mayor cantidad de beneficios.
La consultora Panorama Consulting Solutions ha realizado un estudio “2016 Report on ERP Systems and Enterprise Software” en el que indica que casi el 60% de las empresas consiguen recuperar su inversión en 3 o menos años, y un 26% en 1 año o menos.
Para calcular el ROI de una implantación ERP tenemos que responder a las siguientes preguntas:
Cuando hablamos de “diferencial” nos estamos refiriendo:
Dicho esto, si bien es relativamente sencillo determinar los costes de la implementación de un ERP, es más difícil cuantificar las eficiencias y las mejoras en los procesos de gestión. Por tanto, la mayor complejidad la solemos tener en la valoración de los beneficios obtenidos.
Los costes de inversión en un ERP suelen ser:
Así pues, los costes de inversión en una implantación ERP son conocidos y la única dificultad estriba en determinar si son “diferenciales” con relación a la implantación del proyecto.
Si quieres conocer realmente cuales son los costes de implantación de un ERP no dejes de no dejes de leer nuestro Post “¿Cuánto cuesta un ERP?”
Los beneficios son un poco más difíciles de calcular, sobre todo porque en muchos casos no es habitual que se mida la productividad de un proceso y, por tanto, es difícil medir la mejora. No obstante, existen otras técnicas indirectas para realizar una estimación, midiendo la variación de las consecuencias que ha producido una mejora de los procesos.
A estos efectos, vamos a ver cuáles son algunas de las mejoras en los procesos, es decir, los beneficios de implantar un ERP, distinguiendo entre beneficios tangibles e intangibles.
Beneficios de implantar un ERP
Los beneficios tangibles y más típicos que se obtienen por implantar un ERP incluyen:
Los beneficios que son más difíciles de cuantificar, llamados beneficios intangibles incluyen:
En resumen, para medir los beneficios, suele ser más sencillo medir los efectos que la mejora de todas las cuestiones planteadas hayan podido tener sobre la empresa. Dichos efectos suelen traducirse en variaciones en los resultados de la empresa, o en el estado de liquidez como consecuencia de las operaciones de explotación habituales.
Una vez tenemos los costes y beneficios, ya sólo nos queda realizar el cálculo del ROI.
El cálculo del ROI debe hacerse en dos momentos distintos:
Para conseguir el mejor ROI debemos esforzarnos en obtener los mejores beneficios de nuestro sistema ERP, tanto en reducir costos, como en encontrar formas de reducir el inventario y mejorar el servicio ofrecido.
Como vimos anteriormente, la forma de calcular el ROI es resolviendo la siguiente fórmula:
La pregunta es: ¿qué me indica el resultado del ROI?:
En muchas ocasiones, cuando no se obtienen resultados espectaculares, tendemos a pensar que la inversión en el proyecto no ha sido totalmente satisfactoria. Además, somos muy dados a acostumbrarnos rápidamente a las ventajas y mejoras que nos ofrece el ERP como si las hubiésemos tenido desde siempre, y esto ocasiona que nuestra percepción no sea del todo realista.
Nuestro consejo es que se establezcan unas métricas y se realicen los cálculos antes, durante y tras la implantación para que conozcamos los resultados en cada momento y así no caigamos presos de una subjetividad personal.