La tecnología y la conectividad a internet son factores críticos en el desarrollo corporativo y en el incremento de la productividad, e indispensables para ofrecer al cliente una mejor experiencia. Pero para su correcta aplicación es preciso gestionar la seguridad en los sistemas de información electrónica, o lo que es igual, gestionar la ciberseguridad.
La ciberseguridad consiste en implementar las medidas necesarias para la protección de las infraestructuras tecnológicas y los sistemas informáticos conectados a internet, sus datos, las redes y los dispositivos electrónicos ante las amenazas por ataques maliciosos.
En consecuencia, la ciberseguridad se encarga de proteger los activos digitales con el fin de resguardar la integridad, la confidencialidad y la disponibilidad de la información, así como de proteger la continuidad de las operaciones de la empresa.
Esta seguridad cibernética implica llevar a cabo una gestión que fomente el uso eficiente y control continuo de los sistemas tecnológicos de la información para identificar amenazas, prevenir ataques digitales o fallos y aplicar las acciones necesarias.
Y la manera de iniciar la gestión de la seguridad cibernética de los sistemas de información es mediante el análisis de los riesgos de ciberseguridad a proteger, con el fin de establecer un plan de contingencias. Siendo necesario desglosar:
Tabla de contenidos:
Podemos decir que el riesgo de ciberseguridad es la probabilidad de que ocurra un ataque o fallo en el sistema de información digital y cause la exposición y/o pérdida de los activos críticos y los datos sensibles y confidenciales de una empresa.
El alcance que tiene el riesgo cibernético sobre la seguridad en los sistemas de información es enorme, porque los efectos trascienden el espacio virtual de los datos digitales o equipos tecnológicos.
En consecuencia, se puede redefinir el riesgo de ciberseguridad como la probabilidad de que una empresa sufra la pérdida de activos, la pérdida de la propiedad intelectual, la pérdida de datos, la pérdida económica, la pérdida de la confianza de clientes y un fuerte daño a la reputación por causa de violaciones o fallos en sus sistemas tecnológicos de comunicación e información.
Visto de este modo, los riesgos cibernéticos son riesgos operacionales para una organización, porque una vez que es atacada o vulnerada la información, afecta su confidencialidad, su disponibilidad e integridad, y también afecta a sus actividades, afectando por tanto a la seguridad de la información en general.
Por ejemplo, el impacto negativo de los ataques maliciosos puede afectar la confidencialidad y disponibilidad de bases de datos, de archivos adjuntos, de credenciales y de todo mensaje o comunicación enviada mediante internet o las redes.
También constituye uno de los riesgos de ciberseguridad las intercepciones de los mensajes o de las autenticaciones de la identidad del usuario, por lo que terceros logran acceder a sesiones de manera ilegal, comprometiendo la integridad y la confidencialidad de la información.
Realmente, los riesgos de ciberseguridad pueden presentarse de diversas formas. Además de que pueden variar de acuerdo a la empresa y a su seguridad informática, estos riesgos también evolucionan constantemente, a la par del desarrollo de la tecnología.
Los riesgos de ciberseguridad pueden originarse por:
Los objetivos de los ataques maliciosos a los sistemas de información y comunicación de las empresa también pueden ser diversos:
La forma en la que se desarrolla un ataque cibernético puede variar. Por ejemplo, un virus puede ocultarse en el sector de arranque del disco duro o en el área de memoria de archivos, requiriendo la actuación del usuario para infectar el sistema.
Otros softwares maliciosos son empleados para falsificar los parámetros de los protocolos de comunicación a través de internet, para interceptar los mensajes, captar la información confidencial e impedir el acceso al sistema.
Debido al alcance de los daños que podemos padecer por sufrir alguno de los riesgos cibernéticos que estimemos, su análisis y gestión debe representar una prioridad para toda empresa. Una prioridad que debe verse desde el punto de vista estratégico.
En este contexto, la gestión de riesgos debe basarse en un análisis sistemático que permite a la organización responder las siguientes interrogantes:
Junto con el desarrollo de la tecnología, las amenazas en el mundo cibernético están en constante evolución. Por lo que la digitalización en el procesamiento de la información, además de facilitar el crecimiento de la organización, también implica la responsabilidad de proteger los activos críticos que intervienen en las operaciones claves de la empresa.
Esto significa que no basta con adoptar un sistema de información que permita acceder a los datos de manera oportuna, confiable e integral, también es necesario adoptar los controles que prevengan, mitiguen y detecten las amenazas para garantizar la seguridad en los sistemas de información.
Es la forma de proteger la integridad, la disponibilidad y la privacidad de los datos… Es la única forma de proteger la operatividad de la empresa.
*Image by storyset on Freepik