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Eso no significa que el objetivo principal del almacén no siga siendo mover, almacenar, manipular y controlar los materiales necesarios para la fabricación, la distribución o el consumo, encargándose incluso de su eliminación reduciendo todo lo posible los costes operativos.
Reducir esos costes normalmente se traduce en un mejor uso de los recursos disponibles dentro del almacén a todos los niveles posibles. En definitiva, como en cualquier otra actividad industrial, se trata de ganar eficiencia y precisión en todos y cada uno de los procesos que componen dicha actividad, es decir, reducir los tiempos de ciclo, precisión máxima en los niveles de inventario, maximizar el nivel de servicio al cliente y realización de envíos rigurosamente precisos. Que todo se ejecute rápido, bien y a la primera, en el marco de una estrategia que debe tener la finalidad de automatizar todos los procesos de la empresa.
Al mismo tiempo, los problemas que trae consigo la gestión manual de referencias actúan como “techo” para todos los indicadores de desempeño de estos objetivos.Aunque hayamos llegado al máximo posible de lo que permite una buena gestión de stocks manual, el mercado exige cada vez más y más. Hemos de superar la barrera de las limitaciones humanas y dedicar la mano de obra a actividades en donde el ser humano aporte mayor valor.
La falta de mano de obra cualificada y los problemas laborales normales en cualquier actividad afectan al rendimiento, y para superarlos, podemos acudir a los automatismos.
¿Por qué? Porque la automatización aumenta la productividad, reduce los tiempos de entrega al cliente, aumenta la capacidad y el rendimiento de todo el almacén, y además reduce costes operativos.
Determinar cuándo es interesante automatizar un almacén es una cuestión cuya respuesta requiere consideraciones operativas, estratégicas, de diseño y de inversión como mínimo y que por descontado depende de cada entidad que la afronte y su casuística particular. Aún así, podemos enumerar algunas señales que pueden indicarnos que quizá haya llegado el momento de plantearnos el camino hacia la automatización.
Dentro del proceso de digitalización de la empresa está la automatización del almacén y debemos tener en cuenta algunas consideraciones previas que nos pueden ayudar. Automatizar implica aumentar la eficiencia del almacén o de alguna de sus partes, podemos plantearnos automatizar la recepción de mercancías, los sistemas de almacenaje, la preparación de pedidos, la expedición o todas al mismo tiempo. A la hora de afrontar un proyecto así, primero debemos:
Frente a la gestión manual, automatizar el almacén tiene claras ventajas en cada una de las actividades que desarrollamos en un almacén. Dependiendo del grado de automatización, podemos destacar:
Para que nos hagamos una idea:
Un sistema automático normalmente no trabaja al cien por cien de su capacidad, por lo que puede soportar picos de actividad sin necesidad de aumentar el personal necesario para abastecer el pico y sin merma del nivel de servicio o los plazos de entrega.
Automatizar el almacén es una solución eficaz y viable que también va a plantearnos algunos retos como la elección del proveedor adecuado, el software adecuado, el automatismo adecuado y sobre todo la decisión de automatizar toda o parte de nuestra operativa.
La optimización de cada operación, la mejora del rendimiento general del almacén, una menor dependencia de los recursos humanos, exactitud de inventarios, precisión del plazo de entrega, eficacia en la elaboración de los pedidos y en la recepción de mercancías, y la mejora inmediata de la satisfacción del cliente son beneficios que van unidos a la automatización del almacén. Pero conseguirlos es una cuestión de autoanálisis y detección de cuellos de botella, despilfarros, focos de errores, cantidad de mediciones y tiempo dedicado al estudio y diagnóstico de nuestra situación actual, de los objetivos que queremos conseguir y de cómo los vamos a alcanzar. Si la respuesta es la automatización del almacén o no, depende de multitud de factores que cada empresa debe ponderar.
La comunicación entre los diferentes softwares que van a intervenir en el proceso es importante. Elegir el momento exacto en que debemos plantearnos la automatización del almacén y la elección del partner (o partners) que va a acompañarnos en el proceso, es una cuestión fundamental.
El primer paso en la digitalización del almacén será elegir el software SGA, a partir de ahí se abre un mundo de posibilidades en el horizonte.
Justo ahora, mientras leemos estas líneas, están surgiendo nuevas necesidades y al mismo tiempo, se gestan nuevas soluciones a nuevos problemas de almacenamiento que pasan por automatizar procesos de multitud de formas diferentes. El límite ya no está en la imaginación, el límite, simplemente, ya no está.