Elegir una estrategia para optimizar el almacén es la clave para mejorar la eficiencia y rentabilidad de una empresa. Una de las acciones fundamentales consiste en analizar y mejorar el tiempo empleado en las distintas tareas del almacén, como el proceso de entrada de productos o la manipulación y almacenamiento de referencias, el procesamiento de pedidos y el transporte de mercancías. Para ello, es importante utilizar un sistema de información completo y fiable, así como elegir el tipo de estantería y unidad de carga adecuados para cada tipología de producto. También pueden ser útiles la incorporación de tecnologías como un sistema SGA, robots y la implementación de prácticas como la clasificación ABC. Estas estrategias de optimización de almacenes, además, llevan consigo un tipo de mejora fundamental en un almacén, la optimización del espacio.
Aprovechar mejor el espacio, mejorar la distribución de cada referencia, sus sistemas de almacenaje y ubicación, y utilizar un sistema SGA adecuado son mejoras que para optimizar el almacén buscan un mismo objetivo, una mejor gestión del tiempo. La optimización del tiempo empleado en las distintas tareas del almacén es un aspecto clave para aumentar la eficiencia y reducir los costos en la gestión de almacenes.
En este post veremos algunas claves con las que poder trazar 5 estrategias de optimización de almacenes.
Tabla de contenidos:
Para optimizar el tiempo de desplazamiento en el almacén, es importante considerar la ubicación de la mercancía y el uso de herramientas tecnológicas como robots de almacenamiento. Una correcta ubicación de la mercancía minimiza los desplazamientos necesarios y mejora el rendimiento del sistema. Además, el uso de robots puede reducir el desplazamiento de personas y aumentar la eficiencia del almacén al cambiar el sistema “operario a producto” por el mucho más eficiente “producto a operario”.
¿Por qué es más eficiente?
Aunque no se puede determinar un porcentaje del tiempo general empleado en desplazamientos, puesto que depende de muchos factores como el tamaño del almacén, el número de referencias, el diseño y el sistema de almacenamiento utilizado, sí podemos estimar que de media el tiempo dedicado a desplazamientos oscila entre el 30% y el 60% del tiempo total empleado en las tareas de almacenamiento. El desplazamiento de personas y vehículos para acceder a las referencias almacenadas es un proceso largo, tedioso y que empeora con el paso del tiempo y el cansancio, y que consume tiempo y recursos valiosos.
Optimizar el tiempo de localización de referencias en un almacén es crucial. En este caso el apoyo de la tecnología nos ayudará a alcanzar la solución óptima. El uso del sistema SGA adecuado nos aporta varias ventajas:
Puede lograrse una mejora notable en el tiempo de almacenamiento mediante la selección y uso tanto de estanterías como de otros sistemas de almacenamiento adecuados y específicos para cada tipo de artículo. El objetivo de este tipo de acciones siempre debe ser aprovechar al máximo el espacio disponible, tanto horizontal como verticalmente. Esto minimiza los desplazamientos y los movimientos de ubicación/desubicación. Se consigue el mismo beneficio para artículos pequeños y ligeros, cuando por ejemplo utilizamos estanterías dinámicas que permiten una alta densidad de almacenamiento siempre y cuando se utilicen cajas o contenedores específicas para cada tipo de artículo, lo cual facilita la identificación y el acceso a las referencias.
Planificar, es decir, realizar un buen análisis de la situación actual y elaborar un plan de acción para el futuro, es vital para optimizar el almacén y ahorrar tiempo y esfuerzo a la hora de ubicar y organizar los materiales en el mismo. Dentro de una buena planificación debemos incluir el diseño del espacio, el almacenamiento de los artículos y el uso de elementos de manutención. Para optimizar el almacén, en cuanto a su layout, es importante aprovechar todos los espacios disponibles, adaptando a cada espacio los elementos de almacenamiento adecuados disponibles en el mercado.
Optimizar el almacén requiere reducir costes y reducir el nivel de obsolescencia. Un producto almacenado durante años que no tiene movimiento alguno es un obsoleto que no aporta ningún valor, pero sí coste.
En un almacén, la obsolescencia de los productos es un problema común que puede provocar pérdidas financieras significativas. Es importante implementar estrategias de optimización de almacenes que las eviten y mantengan el inventario en buenas condiciones. Esto se puede lograr de varias formas, las más significativas:
En lugar de recurrir al exceso de inventario como solución a los problemas con nuestros proveedores, debemos considerar otras técnicas para evitar inmovilizar nuestro capital. Esto puede incluir renegociar las cantidades mínimas de pedido para ajustarlas a nuestra realidad y adquirir cantidades más pequeñas a precios ligeramente más altos. De esta manera, podremos valorar todos los riesgos y obtener un beneficio económico mayor.
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