¿CÚAL ES EL COSTE DE LA PÉRDIDA DE DATOS EN LAS EMPRESAS?

  • Actualizado: 1 marzo 2023
  • Publicado por primera vez: 6 febrero 2019

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La era digital e Internet han revolucionado la forma en la que vivimos y trabajamos actualmente. El volumen más importante de los datos que manejamos se encuentra en un formato digital, por lo que la seguridad de custodia y acceso se han convertido en procesos críticos de negocio.

En línea con lo comentado, la privacidad se ha convertido en uno de los temas que más suelen preocuparnos y la pérdida de datos en una empresa pueden afectar directamente a los derechos fundamentales de nuestros clientes.

Es muy importante que las empresas elaboren planes de contingencias acordes a la magnitud de los datos que manejan a diario. Tener un buen respaldo de datos y un plan de actuación ante cualquier contingencia es imprescindible para que nos podamos desenvolver con mucha más tranquilidad en el entorno digital.

Consecuencias de no tener un plan de contingencias

El proceso de digitalización de los datos offline y el incremento de los sistemas informáticos de gestión, unido al proceso de comunicación por internet, han provocado que cambien las reglas de juego de la competitividad empresarial, con independencia de que las empresas se involucren en mayor o menor medida en este medio. Internet proporciona una información de alto valor a las empresas y a otros usuarios, y una de las aplicaciones más relevantes es la de poder estar muy bien informados y poder comparar las distintas propuestas del mercado, cuestión que apenas hace unos años suponía un gran esfuerzo.

Por este motivo, hoy en día para competir suele ser necesario la innovación constante. Para ello son un gran apoyo las nuevas tecnologías como herramientas con las que trabajar diariamente y desarrollar nuevos procesos más eficientes con los que trazar un buen programa de expansión.

Cuando se acometen escenarios como los presentados, se produce un incremento del riesgo en materia de seguridad del sistema de información para las empresas. Lo que debemos hacer entonces es enfocarnos en reducir estos riesgos para evitar la pérdida de datos, y la paralización de nuestras actividades.

En cualquier proceso de innovación constante, la seguridad juega un papel muy importante, ya que puede evitar situaciones no deseadas como las infracciones administrativas, la insatisfacción de los clientes o un daño a la imagen corporativa. No contar con un sistema de seguridad apropiado puede suponer un riesgo importante en la pérdida de ingresos de las empresas, puesto que contingencias no deseadas suponen habitualmente la interrupción de muchas operaciones.

El 93 % de las violaciones de seguridad de datos transcurre en un tiempo inferior a un minuto, en cambio, el 80 % de las empresas no es consciente de que han tenido una violación de la seguridad hasta varias semanas después de producirse el ataque.

Para el 86 % de los cargos ejecutivos, las mayores preocupaciones en los mercados actuales radican en las amenazas de seguridad cibernética y en la debilidad de la seguridad de los datos. Los ejecutivos son conscientes de que el impacto de una ciberamenaza puede ser más devastador para una empresa que un desastre natural.

 

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La repercusión de la pérdida de datos

La repercusión en la empresa de la indisponibilidad de los datos cuando los necesitamos, puede provocar un importante número de problemas, no sólo asociados al ámbito interno de la empresa, sino a su proyección externa, con todo lo que supone esto.

A continuación, vamos a ver algunos de los efectos más habituales.

Daño en la reputación de la marca.

El impacto de una pérdida de datos en la reputación de una organización empresarial puede llegar a ser mucho más catastrófico que una pérdida financiera. Por desgracia, empresas como Uber, Yahoo o Equifax así lo demuestran con la pérdida de la confianza de los inversores y los consumidores junto a la pérdida del valor de las acciones tras los ataques sufridos.

A título de ejemplo, un ataque que afecte a la ciberseguridad de una empresa no solo afectará a nuestros ingresos a corto plazo, sino que la reputación de la marca también se pondrá en entredicho, lo cual representa un daño a largo plazo. Se puede hacer mil veces una cosa bien, pero en cuanto una vez se haga mal, nuestra reputación estará comprometida.

Los clientes valoran mucho su privacidad, y uno de los primeros datos que les preocupa que salga a la luz es todo aquello referente a su información de pago. Además, un cliente potencial no tendrá plena confianza en una empresa cuyo historial de seguridad no es de una calidad excelente.

Pérdida de ingresos

Será muy significativa la pérdida de ingresos cuando la seguridad de una compañía se vea comprometida. Los estudios actuales reflejan que casi el 30 % de las empresas que han tenido una pérdida de datos también han perdido una gran cantidad de ingresos.

Del conjunto de empresas cuyos ingresos se vieron disminuidos, el 38 % experimentó como mínimo una pérdida de un 20 %.

Si un sitio web no funciona correctamente, puede suceder que los potenciales clientes se decanten por investigar otras posibles opciones. Por pequeña que sea la inactividad en el sistema de IT, se producen interrupciones en el trabajo que pueden tener consecuencias nefastas para los intereses de la empresa.

Costes ocultos

De los fallos de seguridad y las pérdidas de datos se derivan grandes costes, aunque muchas veces no somos conscientes hasta que no investigamos el fallo de seguridad o sus efectos a largo plazo. Las infracciones suelen llevar asociados muchos costes ocultos, ya que entrarán en juego costes no habituales como los honorarios legales, deberá aumentar el presupuesto para investigaciones de las causas, además de que las primas de las entidades aseguradoras se verán incrementadas, también debemos tener en cuenta las multas reglamentarias, etc.

Pérdida de propiedad intelectual

La falta de procesos de seguridad eficaces, permite a los ciberdelincuentes crear amenazas que les permiten acceder fácilmente a información sensible como planos, procedimientos de gestión y diseños innovadores.

Por este motivo, las empresas que más amenazas sufren son las que destinan más recursos a la investigación y la innovación. Las empresas pequeñas tienden a creer que no van a recibir ningún ataque, aunque los ciberdelincuentes suelen enfocarse sobre todo en ellas porque sus sistemas de seguridad habitualmente son más sencillos.

Si perdemos datos referidos a la propiedad intelectual se verá comprometida la competitividad de nuestra empresa.

 

Conclusiones

En definitiva, las condiciones competitivas actuales condicionan en gran medida la necesidad de utilizar cada vez más tecnología cuyos datos se almacenan en entornos digitales. En un escenario de este tipo, la accesibilidad a los datos y procesos de una forma adecuada se ha convertido en un requerimiento crítico si queremos mantenernos en condiciones de competir.

Para ello, es imprescindible adoptar nuevas medidas de seguridad que eviten los riesgos de que se produzcan contingencias no deseadas. En realidad hablamos de riesgo porque no sabemos con exactitud en momento de ocurrencia, pero sabemos de manera cierta que sucederá, por eso hay que protegerse si queremos gestionarnos con responsabilidad.

 

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