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Para poder explicar cómo competir gracias a la tecnología aplicada a la cadena logística, cabría recordar, en primer lugar, qué es exactamente la cadena logística y en qué se diferencia de la de suministro.
La cadena logística no trata de competir con la cadena de suministro, sino que forma parte de ella y es la que se encarga de hacer llegar los bienes al cliente en la cantidad justa, en el momento adecuado, además de ocuparse de mantener la integridad de la mercancía y los niveles de calidad esperados.
Su objetivo es realizar el mayor número de entregas en el menor tiempo posible. De manera que los puntos clave de su gestión se centran en optimizar la coordinación con los proveedores, la gestión de inventario y el transporte.
De una forma más estructurada podemos apreciar mejor la diferencia entre ambas:
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- Cadena logística. Se encarga de las operaciones de almacenamiento, control de tiempos, almacenaje, inventarios, transporte, pedidos, logística inversa, entradas y salidas, proveedores, incidencias, etc.
- Cadena de suministro. Se encarga de funciones superiores de las que la logística sólo es una parte, es decir, búsqueda de materias primas y componentes, producción, logística, desarrollo de producto, atención al cliente, gestión de la información, mejora continua de procesos y gestión, etc.
Si nos centramos en la coyuntura del mercado actual donde los clientes exigen tiempos de respuesta cada vez más cortos, altos niveles de servicio, personalización y gamas de producto más amplias unidas al aumento de las características específicas de la logística del ecommerce, podremos intuir rápidamente cómo la tecnología aplicada a la cadena logística puede aumentar nuestra competitividad.
Aplicaciones concretas de la tecnología a la cadena logística.
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Gestión de stocks:
Casi el 40% de los costes logísticos están relacionados con el almacenaje. De ese 40% aproximadamente el 55% es mano de obra y una gran parte de este costo laboral está relacionado con el proceso de preparación de pedidos y la administración de almacén. En lo que respecta a la preparación de pedidos, los desplazamientos entre ubicaciones en el proceso de picking se llevan la mayor proporción del tiempo total empleado.
Parece lógico pensar que la tecnificación de este proceso orientada a reducir tiempos y distancias tendrá un gran impacto positivo en los costes. Por ejemplo, cuando contamos con una cantidad reducida de pedidos podemos realizar el picking pedido a pedido y operario a producto con el fin de asegurar su correcta ejecución. Sin embargo, cuando la cantidad de pedidos aumenta, a la hora de realizar el picking sin la tecnología adecuada estaremos realizando multitud de recorridos de ida y vuelta por los mismos pasillos para acudir varias veces a la misma ubicación y esto multiplicado por cada pedido y operario del proceso.
Gracias al uso de la tecnología aplicada a la cadena logística podemos ejecutar el mismo proceso por oleadas o picking en dos fases. El sistema ERP, automatizando la recepción de órdenes de pedidos y consolidándolas en una sola, reduce drásticamente los desplazamientos necesarios para el mismo volumen de trabajo, en lugar de acudir tantas veces a una ubicación como veces aparece la referencia en cada pedido, acudimos una única vez y recopilamos toda la cantidad necesaria para todos los pedidos en curso. Esto aumenta la productividad en el picking. Las personas pueden estar asignadas por áreas o pasillos reduciendo aún más sus desplazamientos.
Después las existencias se depositan en la zona de sorting para su asignación a cada pedido. En este caso podemos apoyarnos en sistemas put o light que agilicen el proceso, faciliten la labor y supongan un sistema adicional de control ya que, una vez finalizado todo el proceso, no debe sobrar ni faltar nada.
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Lean manufacturing:
La tecnología nos permite planificar con precisión y reducir la incertidumbre basándonos en indicadores fiables. El uso de métricas adecuadas y la recopilación y uso de la información en tiempo real ayudan en la toma de decisiones acertadas. Esta información es vital para el establecimiento de estándares de actuación que creen hábitos productivos y cultura Lean de empresa.
El uso de herramientas Lean que mejoren la productividad de cada proceso sin el apoyo de la tecnología es impensable. Buscar una causa raíz, aplicar medidas de contención, mantener el orden y la limpieza, establecer procedimientos nos resultará complicado si tenemos que perder tiempo recopilando información manualmente, el coste y los recursos necesarios para aplicarlas no se justificará si ya de por sí tenemos excesos de recursos en determinadas áreas o si estamos obligados a emplear nuestro tiempo en trabajar a golpe de urgencia.
Gracias a la tecnología podemos automatizar algunos procesos y estandarizar otros, mejorar el flujo de información y mercancías, ajustar recursos, equilibrar procesos, eliminar cuellos de botella, en definitiva, liderar proyectos de mejora continua centrándonos así en mejorar la calidad de las personas para mejorar la calidad en los procesos que traerán consigo mayor calidad en los productos, además de innumerables ventajas competitivas derivadas de la constante disminución de errores humanos, eliminación de todo aquello que no aporta valor y la mejora de nuestros tiempos de respuesta entre otros.
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Automatización, sensores y dispositivos:
Si bien un buen software como un ERP o un WMS son buenos ejemplos de tecnificación, por sí solos no son suficientes. Hemos visto el papel que juegan las personas en su correcto funcionamiento, pero además, las ventajas competitivas que nos permite la tecnología aplicada a la cadena logística, requieren de diversos dispositivos y sensores que “conectan” el mundo real con el digital. Son los sensores y dispositivos los que capturan la información pertinente, la envían al software y éste lo transforma en órdenes concretas, es decir, en acciones precisas en el mundo físico. Los automatismos actúan en base a la información que recopilan estos sensores y procesa el software.
Los dispositivos de ayuda al picking por ejemplo como un “pick to light” o un “pick by voice”, mejoran la precisión, disminuyen drásticamente los errores y reducen desplazamientos, los sistemas automáticos de transporte de mercancías permiten que las existencias se desplacen más rápido y evitan desplazamientos innecesarios de la mano de obra y no digamos el papel que juegan los vehículos autoguiados en un almacén. Los sistemas de identificación por radiofrecuencia agilizan cada uno de los procesos de control de la mercancía en cada uno de sus procesos. Existen sistemas de carga y descarga de camiones en el mercado que, además de aumentar la seguridad y mejorar la integridad de las existencias, reducen los tiempos hasta límites nunca vistos y a posteriori, sin intervención humana, el sistema es capaz de identificar y recibir cada una de las unidades que se han descargado, aunque vayan paletizadas, incluso es capaz de ubicarlas o realizar un crossdocking y enviarlas a expedición directamente.
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Gestión de rutas:
Gracias a la convivencia del sistema ERP con otros softwares podemos optimizar nuestro sistema de distribución o controlar las rutas de nuestro departamento comercial, por ejemplo. Hoy en día la tecnología permite que incluso sencillas aplicaciones de móviles que, conectadas a nuestro sistema ERP, establezcan la ruta de reparto en base a los puntos de destino, tamaño del paquete, orden de carga, tiempos medios de demora en destino, condiciones meteorológicas, estado del tráfico, etc. También podemos establecer rutas comerciales o de servicios de mantenimiento para que las visitas agendadas ganen puntualidad de cara al cliente.
Dado que la aplicación viaja directamente en el teléfono de los conductores pueden ser rectificadas en tiempo real por incidencias, imprevistos o solicitudes de clientes de productos, catálogos o nuevas visitas que se produzcan estando ya en ruta.
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Gestión del proveedor:
Aunque no en lo referente a la adquisición de materiales, la cadena logística sí que se encarga de la coordinación con los distintos proveedores. Gracias al sistema ERP podemos automatizar todas las tareas repetitivas administrativas relativas al proveedor reduciendo el coste de realizar un pedido y los tiempos de respuesta. La tecnología aplicada la cadena logística nos facilita mantener una coordinación eficiente con nuestros proveedores.
No solo automatizamos la orden de pedido al proveedor, sino que también podemos agilizar su respuesta. El ERP puede recibir pre-albaranes en el momento en que el proveedor tenga listo nuestro pedido para su expedición. Podemos estar informados de la fecha y hora prevista de entrega, hacer un seguimiento en tiempo real de la mercancía e incluso recibirla en cuestión de minutos sin errores gracias a la tecnología RFID.
Tecnificar permite reducir nuestros lead time lo que mejora nuestro tiempo de respuesta, mejora el control lo que reduce los errores, nos permite manejar una amplia gama de productos y personalizar cada pedido, de esta forma estamos generando mucho valor en el cliente gracias al uso de la tecnología aplicada a la cadena logística.
Conclusiones
La mejora continua es una herramienta fundamental para la obtención de resultados que mejoren la competitividad. La filosofía Lean aplicada a la cadena logística persigue este mismo fin. La base de la efectividad del Lean es el flujo y la precisión de la información, de las métricas que ayudan en la toma de decisiones y que podemos obtener gracias a la tecnificación.
Sin el apoyo de la tecnología aplicada a la cadena logística, no seríamos capaces de aportar soluciones prácticas enfocadas a la automatización de tareas repetitivas y a la instantaneidad del flujo y precisión de la información. Implantar la tecnología adecuada supone un aumento de la seguridad, una disminución de errores, eliminación de tareas repetitivas y de elementos que no aportan valor, y todo ello al final siempre se traduce en importantes y muy evidentes ahorros de tiempo.
Los automatismos, los sensores y dispositivos tecnológicos apoyan la labor del operario, recopilan información en tiempo real que, tras ser procesada por el software, se transforma en acciones concretas y precisas en el mundo físico de nuevo, aprovechando al máximo los recursos disponibles.
La tecnología aplicada a la cadena logística persigue la transformación de tiempo improductivo en tiempo productivo, una mejora notable en la fiabilidad de las operaciones y un flujo constante, inmediato y continuo de información.
Mejorar la fiabilidad y reducir tiempos siempre redunda en un mayor beneficio y valor para el cliente.
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