Un sistema ERP (Enterprise Resource Planning) brinda un sinfín de ventajas a la gestión de una empresa. Lo primero que debemos tener en cuenta para hablar de este tipo de software de gestión empresarial, es que el ERP no es un sistema cerrado y definitivo. Todo lo contrario, se trata de un software que se puede moldear y adaptar a las necesidades específicas de cada empresa.
Es por ello que una cierta formación en ERP o concienciación sobre el correcto uso del mismo es siempre recomendable para asegurar que nos beneficiamos al máximo de toda su potencialidad.
A continuación nombramos algunas de las ventajas que un sistema ERP puede aportar a una empresa:
Información centralizada
Una gran ventaja es la centralización de toda la información interna de la empresa. Cada dato se registra sólo una vez en el sistema, de ese modo todos los departamentos y agentes externos tienen acceso a la misma información desde cualquier punto. Gracias al denominado “dato único” creamos un depósito central de información, evitando redundancias y errores en los procesos de gestión empresarial.
Eficacia en la comunicación interna
Gracias a este sistema de gestión centralizado, la información fluye por toda la empresa. Todos los empleados participan en la creación de esta información a la vez que acceden a ella. El ERP nos da la opción de democratizar la información corporativa, aumentando la eficiencia y brindando un ahorro de tiempo considerable. Además, se facilita la toma de decisiones ya que conseguimos tener una visión más realista de lo que está sucediendo.
Gran adaptabilidad
Tal y como comentábamos en la introducción, una de las principales ventajas de los software de gestión empresarial ERP es su adaptabilidad. Estos sistemas se componen por distintos módulos que son totalmente personalizables a las necesidades de cada empresa. Gracias a ello, podremos incluir todos los procesos de negocio en el software.
Esta capacidad de adaptación del ERP es un factor clave para su implantación. Podremos personalizar el sistema al tamaño, actividad y necesidades específicas de nuestra empresa. Al fin y al cabo la gestión de una PYME es muy distinta a la de una multinacional, del mismo modo que las necesidades variarán en función de la actividad que desempeñe la empresa.
Optimización de los recursos
Centralizar toda la información y procesos en un único software supone una optimización importante de los recursos para las empresas. De hecho, las empresas que implantan este tipo de sistemas suelen reducir sus inventarios en un 20% y logran tener una visión más real de la actividad empresarial. Gracias al ERP podremos reducir los costes de nuestra actividad al mismo tiempo que mejoramos la productividad.
Mejora de la atención al cliente
Mediante este sistema centralizado de información, podemos registrar todas las interacciones que tenemos con un cliente; compras, consultas, quejas, etcétera. Gracias al registro de toda esta información en el ERP, seremos capaces de ofrecer un servicio mucho más personalizado a nuestros clientes. Al tener la posibilidad de consultar el histórico de todos los clientes, la empresa también será capaz de negociar precios o condiciones más favorablemente.
En definitiva, gracias a todas estas mejoras internas que nos brinda el ERP, lograremos una importante ventaja competitiva para nuestra empresa. Nuestra empresa se volverá mucho más ágil, flexible y se conocerá mejor a sí misma. Mientras que la competencia pierde el tiempo con sus datos y procesos enrevesados, la empresa que implante un ERP será capaz de operar de forma mucho más eficaz y ágil.
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