CARACTERÍSTICAS DE UN SISTEMA DE ALMACÉN AUTOPORTANTE

  • Actualizado: 22 noviembre 2023
  • Publicado por primera vez: 30 junio 2020

caracteristicas almacen autoportante*

El almacén autoportante es una instalación con una serie de características particulares que debemos conocer muy bien. La más evidente y conocida es que en estas instalaciones las estanterías soportan tanto el peso de la carga, como de la cubierta, los cerramientos y las instalaciones, es decir, las estanterías hacen las veces de columnas que soportan el techo y las paredes del almacén. No solo eso, además soportan todos los sistemas eléctricos, cableados, sistemas contra incendios, de comunicación y todos los efectos de los agentes meteorológicos como viento, sobrecarga por nieve, movimientos sísmicos, etc. Otorgar a las estanterías funciones de soporte de la instalación confiere importantes reducciones en su coste y plazo de ejecución si lo comparamos con los que tendría una instalación convencional de similares características.

Son instalaciones de almacenaje que pueden alcanzan alturas superiores a los 40 metros, pero eso no quiere decir que no puedan construirse de menor altura cuando sea necesario por ejemplo cuando existen restricciones normativas al respecto. En cualquier caso, una de las ventajas que adquiere por su capacidad de alcanzar grandes alturas es precisamente el mayor aprovechamiento posible de la superficie disponible en cada caso.

Aunque en la mente de todos está la imagen de este tipo de almacenes en exclusiva como almacenes automáticos, en realidad, estos sistemas se pueden aplicar a todo tipo de estanterías: convencionales, compactas, cantiléver, dinámicas e incluso sobre estanterías de carga ligera en varias plantas.

Este tipo de almacenes responden exclusivamente a las necesidades específicas de cada compañía más que ninguna otra, es decir, son instalaciones poco flexibles resultantes de un estudio previo muy concreto de necesidades y por tanto muy personalizado y rígido. No existe un sector o un tipo de empresa que esté mejor adecuado que otro para plantearse utilizar este tipo de almacén, depende de las necesidades concretas de cada caso.

Este elevado nivel de personalización tiene sus pros, ya que, como solución, se adapta perfectamente a las necesidades que lo justifican. Por ejemplo, en el sector de la automoción que normalmente trabaja con contenedores muy específicos de cada compañía o proveedor, estas instalaciones a medida se diseñan desde el principio no solo para agilizar flujos y conectar diferentes secciones de la empresa, sino que cada ubicación, pasillo, elemento transportador se crea específicamente para el tipo o tipos de contenedor que debe manejar y no sólo para paletización estándar.

 

Los almacenes autoportantes automáticos aportan niveles de aprovechamiento del espacio, flujo elevado y seguridad de las mercancías muy altos.

 

Para empresas que han aumentado su volumen de negocio de forma ostensible pero no desean, o no pueden, cambiar la ubicación de sus instalaciones, un almacén autoportante les permite aprovechar parte de la superficie disponible a mayor altura y si es automático les permitirá una densidad de almacenamiento mucho mayor, lo que aumentará el nivel de stock máximo del almacén y dejará libre parte de la superficie para ser destinada a tareas más productivas.

Puede combinarse con otras instalaciones para por ejemplo acortar tiempos de expedición alimentando un pulmón de secuenciación que a su vez nutra, una zona de picking de estanterías dinámicas a varios niveles conectada directamente con los muelles de carga, de manera que sin necesidad de realizar la consolidación precarga los operarios dirigidos por un software puedan hacer picking operario a producto tomando la carga de las estanterías y depositándolas directamente en los distintos transportes.

Estos almacenes pueden trabajar a temperaturas controladas si es necesario y pueden admitir procesos a diferentes alturas, de esta manera si tenemos un gran flujo tanto de entradas como de salidas de forma simultánea y no deseamos que ambas operaciones se entrelacen y entorpezcan ralentizándose, podemos situar la entrada de mercancías a una altura y la salida a otra. También pueden contener gran variabilidad de producto ya que pueden dotarse de sistemas cortafuego y antiincendios para trabajar con referencias inflamables por ejemplo para la industria química.

Las instalaciones ya existentes que estén equipadas con elementos de manutención más tradicionales pueden conectarse con los autoportantes, aunque estén automatizados sin necesidad de hacer excesivos cambios. Así pueden servirles de almacenes o zonas auxiliares anexas que apoyen o complementen la función del almacén principal por ejemplo almacenando y sirviendo embalajes o palés que posteriormente deban utilizarse con las referencias almacenadas en el principal o simplemente sirviéndoles de zonas de consolidación, calidad, precarga, muelles, etc.

 

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Para sectores como la ferretería, fontanería, bricolaje, etc. que reciben gran variedad de referencias para su distribución y necesitan almacenar grandes volúmenes de una variedad increíble de referencias es imprescindible aprovechar el espacio disponible y gestionar sin errores toda esa enorme variedad de producto. Aquí el almacén autoportante automático despliega su potencial aportando las ventajas del automatismo junto con las de aprovechamiento máximo del espacio de la instalación autoportante. El control de peso y galibo garantiza que cada contenedor, paleta o recipiente no excede las tolerancias permitidas, los transportadores pueden alimentar al automatismo desde los mismos muelles de descarga y si les unimos elevadores podemos trabajar a varios niveles. Podemos derivar ciertas paletas o referencias a control de calidad, a reacondicionamiento, a otras áreas de la empresa, a otras naves, etc. a través de electrovías, por ejemplo. Todo está controlado por el software que garantiza en todo momento la trazabilidad total y el estado óptimo de cada referencia.

Puede que nuestras necesidades requieran prestar más atención aún al espacio disponible, podemos conseguir diseños más compactos todavía con soluciones que trabajan a doble profundidad a cada lado del pasillo e incluso a más. Podemos dotar al transelevador de una lanzadera gracias a la cual podemos conseguir diseños supercompactos. En este caso el transelevador desplaza la carga hasta su ubicación y la lanzadera la ubica al máximo de la profundidad. Otra solución sería combinar el transelevador con caminos de rodillos, de manera que en este caso los caminos de rodillos realizan la función que antes hemos descrito que hacía la lanzadera.

  

Conclusiones

En instalaciones convencionales bajo estructuras de obra civil podemos modificar (bajo el coste pertinente) la altura de estanterías y longitudes y distribuciones de pasillos. En un almacén autoportante este coste es prohibitivo. Dado que cada puntal es una columna de la instalación y hasta los largueros forman parte de la estructura, el conjunto resulta prácticamente inamovible. Debido a esto y a los altos niveles de personalización inherentes a este tipo de instalaciones, debemos saber que su valor residual será prácticamente nulo una vez concluida su justificación.

Los almacenes autoportantes de estanterías compactas drive-in o de estanterías dinámicas tienen el uso que la compañía otorgue a este tipo de instalaciones si estuvieran construidas en un almacén convencional pero el aprovechamiento del cubicaje disponible es mucho mayor para los autoportantes, aprovechando al máximo la altura de sus instalaciones en una superficie reducida.

Podemos automatizar los almacenes autoportantes y combinarlos con otras instalaciones y elementos de manutención como con estanterías dinámicas, aprovechando así las ventajas de cada sistema. Estas estanterías pueden constituirse como zona de picking, en cuyo caso la extracción se realizaría por la parte contraria que la alimentación, abastecida desde el autoportante, así tendríamos el FIFO doblemente garantizado y todo gobernado por un sistema de gestión de almacenes SGA.

Existen multitud de combinaciones en el mercado acordes casi a cada necesidad, tantas que apenas podemos rayar la superficie. Un almacén autoportante dotado de un transelevador y todos los accesorios y complementos que podemos adaptarle es sólo la antesala. Un almacén autoportante no suele constituir la totalidad de la instalación, suelen combinarse con edificios multiformes que en realidad son zonas complementarias que se destinan a productos de alta rotación, a zonas de mayor valor añadido o al picking y que por tanto tienen elementos de manutención distintos y responden a requerimientos constructivos específicos diferentes de los del autoportante.

 

 

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*Photo by Nana Smirnova on Unsplash

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