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El objetivo de la cadena logística ya no es tener a los clientes satisfechos, es tener a los clientes encantados. Esto se consigue haciendo llegar un producto o servicio de máxima calidad al cliente, al menor precio y en el menor tiempo posible. La cadena que lo logra mejora todas las tareas y actividades necesarias desde la obtención de materiales para su transformación hasta la entrega del producto al cliente final y la gestión de sus residuos.
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En toda la cadena intervienen procesos, capital, personas y stocks por lo que la inversión más rentable será aquella que consiga con menor capital un mejor rendimiento de cada proceso y una reducción de los stocks, es decir, que la cadena de suministro forme parte de la creación de valor de la compañía.
Para ello las compañías están obligadas a innovar, a crear productos y servicios nuevos que se adapten las nuevas necesidades del mercado al que se dirijan empleando procesos cada vez más optimizados que reduzcan costes en compras, producción y distribución, aumentando márgenes. Estamos hablando de reducir tiempos de proceso, reducir niveles de stock y aumentar el nivel de servicio, todo al mismo tiempo.
Para conseguirlo la empresa debe invertir en los cuatro pilares fundamentales que tienen como misión principal dentro de la cadena reducir costes mejorando el servicio al cliente: tecnología, formación, gestión de la información interdepartamental y colaboración con proveedores.
Tecnología:
Más allá de la implantación de softwares como ERP, SGA, CRM y MRP que desde luego resultarán imprescindibles para operar en las cadenas logísticas del futuro, hablamos de que la IA (inteligencia artificial) y el IoT (Internet de las cosas) jugarán un papel fundamental en la cadena logística del futuro ya que su implantación y uso influirá decisivamente en los cálculos de previsión de la demanda, en la planificación de materiales y procesos y en la optimización de recursos.
Las nuevas tecnologías están penetrando en todos los sectores de actividad y cada vez importa menos el tamaño de los comercios, quien no las aplique, no podrá operar. La sincronización de los procesos, la reducción de tiempos y la optimización y el cálculo de recursos necesarios en cada etapa, se realizarán apoyándose en tecnologías de IA y el tratamiento del Big Data. Todo un despliegue de medios tecnológicos al servicio de la cadena logística para generar un aumento de los ingresos, una reducción de costes, de tiempos, de niveles de stocks y una mejora sin precedentes del nivel de servicio al cliente.
Formación:
Pero no nos equivoquemos los problemas operativos de la cadena de suministro del futuro no serán sólo problemas tecnológicos o tecnológicamente resolubles. El uso de la tecnología no servirá de nada si no formamos a las personas para adaptarse a esta nueva realidad. La cadena de suministro no va a optimizarse sola, al menos, todavía no. El verdadero reto de la cadena logística del futuro será ejercer una función integradora constante entre los tecnológico y el factor humano. Para optimizar la cadena de extremo a extremo, crear valor y satisfacer a los clientes será necesario integrar a las personas que deben analizar esos cambios y regenerar la cadena o adaptarla a los cambios inherentes al mercado.
Lo que hoy sorprende y satisface a un cliente, mañana lo dará por sentado y esa readapatación la realizarán las personas formadas que sepan manejar gran cantidad de información en un entorno digital. La visión y la cultura empresarial todavía es terreno exclusivo del factor humano y son pilares fundamentales de la mejora continua que un mercado cambiante y cada vez más exigente y hambriento de satisfacción al cliente, requiere de las empresas que no quieran quedarse atrás.
Gestión de la información interdepartamental:
Hemos querido distinguir este tipo de información de la de los grandes datos y su análisis, para destacar el papel fundamental que tanto hoy como en el futuro, tiene la comunicación y coordinación entre distintos departamentos de la empresa para llevar adelante cualquier proyecto. La razón del fracaso de muchos proyectos es la falta de inclusión interdepartamental. Se confía en exceso en los expertos y se excluye del proyecto a algunos de los actores que deberán lidiar con los cambios que se producirán al llevarlo a cabo.
Son los daños colaterales, activos que podrían haber aportado al proyecto sustanciosas informaciones que habrían evitado sobrecostes, reajustes, retrabajos, etc. pero que al ser excluidos pierden su aporte de valor. El tratamiento de la información debe ser cada vez más accesible a todos los departamentos implicados en los procesos que vamos a mejorar o en las planificaciones que vamos a realizar, en definitiva, en todos los proyectos que deseemos abordar y ejecutar con éxito.
Colaboración con proveedores:
Por supuesto también respecto al tratamiento integrador de la información incluimos a los proveedores. Una estrecha colaboración con el proveedor para integrarlo en nuestra cadena logística garantiza elaborar estrategias conjuntas muy eficaces para la reducción y gestión del inventario, prevenir necesidades de producción, cubrir variaciones de la demanda y mejorar nuestra capacidad de reacción. Establecer un sistema objetivo de valoración de proveedores además nos brinda la posibilidad de evaluar si estas estrategias dan resultado y anticipar evaluaciones de posibles proveedores potenciales.
Conclusiones
La inversión más rentable en la cadena logística está en su optimización. Optimización que requiere inversiones en tecnología, formación del personal de a bordo, intercambio de información y colaboración con proveedores.
La optimización entendida como la mejora continua, coordinación y la integración de todas las partes de la cadena logística será la inversión que más rentabilidad aporte a las finanzas y a la propuesta de valor de las compañías del futuro independientemente de su tamaño. El que no aborde y cuide los aspectos fundamentales de la cadena fracasará. Todo el trabajo de una compañía puede verse comprometido por una mala ejecución de una parte de la cadena logística, un incumplimiento de plazos, un deterioro de la mercancía, un desabastecimiento del mercado, etc.
La tecnología es la puerta de entrada para la introducción de automatismos, recopilación de datos para el tratamiento de la información, para la mejora continua y toma de decisiones, para conseguir una trazabilidad y conectividad total, un aumento de la satisfacción del cliente, innovaciones y reducción de costes. Una tecnología que debe ser utilizada por personal debidamente formado en el análisis de grandes cantidades de información que generará cada elemento de la cadena. Un personal abierto al cambio y a la formación continua que deberá intercambiar información con otros actores de la cadena pertenecientes a otros departamentos y cuyo papel será importante para el establecimiento, planificación y logro de nuevos objetivos.
La inversión más rentable de la cadena logística en definitiva es aquella destinada a engrasar los distintos eslabones para que juntos y en perfecta coordinación consigan hacer llegar un producto o servicio al cliente en el menor tiempo posible y al amor coste posible rentabilizando tanto la propuesta de valor de la empresa, como sus márgenes al mismo tiempo que “encanta” al cliente maximizando su nivel de servicio e innovando y abriendo nuevas vías de negocio que prevean la satisfacción de las necesidades de los clientes que están por venir.
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