CÓMO AUMENTAR LA CAPACIDAD DE ALMACENAJE DE TU ALMACÉN

En primer lugar, debemos comprobar si hemos aprovechado totalmente la altura de nuestra instalación. Es frecuente encontrar que, en determinadas ocasiones, tenemos el suelo completamente repleto de mercancía, pero por encima, sólo tenemos aire. Existen multitud de soluciones en el mercado pensadas exclusivamente para aprovechar el espacio en altura.

Una instalación de picking manual tradicional que se gestiona a nivel del suelo sin nada por encima, puede trasladarse sobre altillos, almacenando hacia arriba y aumentando la densidad. Cierto que cuanto más alto en pisos, más lento será manejar estas referencias, pero con una distribución adecuada del ABC por rotación y sacrificando quizá, un poco la productividad o la agilidad, ganaremos metros cuadrados y cúbicos, crearemos nuevos espacios que podremos aprovechar para nuevas instalaciones de mayor densidad.

Un almacén se considera lleno cuando tenemos menos del 15% de las ubicaciones disponibles libres. La solución no siempre debe pasar por la adquisición de nuevos espacios. A veces cambios en la gestión, en las infraestructuras o en el propio layout nos pueden proporcionar mayor densidad de almacenamiento lo que, de facto supone aumentar la capacidad de almacenaje sin incrementar la superficie.

Veamos algunas de las medidas que podemos abordar para aprovechar nuestro almacén, antes de decidirnos a trasladarnos a una nueva instalación.

Consejos para aprovechar la capacidad de almacenaje

Vamos a centrarnos en aquellas consideraciones que son fáciles de implementar y que suelen tener un alto rendimiento.

Con relación a cambios en la gestión:

Crear palés multi referencia.

Bien desde la recepción de mercancías, o bien unificando a posteriori, podemos aprovechar mejor nuestra capacidad de almacenaje agrupando en un mismo palé referencias o bultos sueltos que por sí mismos no conformen un palé completo.

Igualmente podemos unir dos medios palés en uno solo y en general, unificar en una única unidad de carga mayor, varias más pequeñas. Teniendo en cuenta nuestros requisitos de ubicación e incompatibilidades.

Si disponemos de un buen sistema SGA podemos realizar estas operaciones de forma guiada por el software. Si el software tiene bien referenciados nuestros datos logísticos, puede calcular la capacidad de cada ubicación, seleccionar aquellas que estén por debajo de un umbral, o aquellas que no estén aprovechando al menos el 60% de la capacidad de su ubicación y crear órdenes de consolidación, dejando huecos libres.

Reubicar palés

Se trata de reubicar palos en ubicaciones más propias de su altura conforme se van gastando.

Si en nuestras estanterías hemos dispuesto varias alturas de palés, cuando tomamos uno de ellos, por ejemplo, para reponer un picking, esté palé quedará medio lleno. Este resto o pico que queda sobre el palé, tendrá una altura menor que el palé lleno original. Al devolver ese palé a su ubicación tras reponer el picking, es buena idea que lo haga a una ubicación más ajustada a su nueva dimensión.

Dado que la desubicación y la ubicación debemos hacerlas igualmente, no perdemos productividad y en contrapartida, estamos gestionando mejor el espacio.

Alimentar el picking cuando quedan pocas unidades en palés de ubicación.

Si tenemos necesidad de espacio podemos aumentar nuestra capacidad de almacenaje forzando movimientos de reposición de picking, aunque en ese momento no sea necesaria la reposición. Para ello debemos asegurarnos de que el picking tenga espacio suficiente como para que el palé desde el que hemos realizado la operación quede vacío, liberando así el hueco de almacenaje. De esta forma liberamos ubicaciones de almacén de palé completo y eliminamos picos.

Esta operación debido a la cantidad de cálculos y comparaciones que requiere, suele realizarse desde un sistema SGA parametrizado adecuadamente para ello.

Con relación a cambios en las infraestructuras:

Estudiemos bien las alturas de los palés.

Saquemos conclusiones, barajemos datos, creemos estadísticas. ¿Cuántas alturas de paletización se manejan hoy en nuestro almacén? ¿Están nuestras ubicaciones en su mayoría llenas o podemos detectar claramente que almacenamos demasiado aire? ¿Almacenamos palés de metro y medio de altura en ubicaciones de dos metros cincuenta? ¿Podemos modificar la altura de los módulos para que se ajusten mejor a nuestra altura de palé? ¿Podemos crear zonas diferentes para palés de alturas diferentes?

Si trabajamos con diferentes alturas de palé, podemos aprovecharlas mejor ajustando las estanterías a los diferentes rangos de alturas que manejemos. Que todas las ubicaciones tengan la misma altura y que esta coincida con la mayor de nuestros palés, nos garantiza dos cosas: que todo podrá ser almacenado sin problemas, pero a su vez, que no aprovecharemos todo el potencial de la capacidad de almacenaje de nuestro almacén.

Estanterías compactas o dinámicas.

La estantería compacta es un sistema de almacenaje de alta densidad que puede llegar a duplicar la capacidad de almacenamiento con respecto a un sistema de almacenamiento en estantería convencional.

La estantería dinámica, constituye igualmente una solución de almacenamiento de alta densidad que aporta ciertas ventajas adicionales, como la garantía total del FIFO o la posibilidad de independizar el proceso de carga del de descarga.

Estanterías de picking con roldanas.

Es un sistema de alta densidad de almacenamiento, en este caso, para realizar las operaciones de picking. Pueden llegar a ahorrar hasta un tercio del espacio si lo comparamos con otro tipo de instalaciones para picking más convencionales. Además, al igual que en las dinámicas de palés, la reposición y la extracción se realizan por puntos diferentes y por tanto el flujo de operaciones es continuo. Proporciona una gran capacidad de extracción, posibilidad de instalar sistemas como pick to light, posibilitan el acceso a una gran cantidad de referencias en el frente y mantienen el FIFO garantizado.

Uso de gavetas y contenedores reutilizables.

Podemos utilizar gavetas u otro tipo de contenedores apilables en ubicaciones de picking convencional, donde veamos que no estamos aprovechando la capacidad total del hueco de picking. Podemos encontrarnos que solo podemos apilar un producto por hueco hasta cierta altura en el estante, no demasiada, porque nuestros productos no soporten bien el apilado cuando quedan fuera de su embalaje.

El uso de gavetas de plástico apilables en las estanterías de picking convencional, en el caso de productos a granel o de pequeño tamaño, nos facilita aprovechar mejor la altura de almacenamiento disponible en cada ubicación, sin que el producto se deteriore por el peso, o se caiga por falta de equilibrio o por manipulaciones incorrectas. Aumentamos así, bien la capacidad de cada hueco, o bien el número de referencias por ubicación, así como la facilidad de acceso a las mismas.

Pasillo estrecho.

No es, desde luego, la medida más sencilla de implantar, pero por definición las instalaciones de estanterías de pasillo estrecho permiten aumentar la densidad de almacenamiento en una menor área o superficie. Es decir, podemos ampliar nuestra capacidad de almacenaje sin necesidad de cambiar de espacio.

Este tipo de instalaciones aumentan su capacidad de almacenamiento porque reducen los pasillos de trabajo hasta los 1.5 metros de anchura, ahorrando entre un 20 y un 40% del espacio. Lógicamente requieren elementos de manutención diseñados para trabajo en pasillo estrecho, de hecho, es el elemento de manutención el que determinará la anchura final de pasillo.

Automatización.

Sin entrar en matices operativos, una de las razones de emplear automatismos en un almacén es su gran capacidad de compactación. Cualquier automatismo es un sistema de almacenamiento de alta densidad. Toda su operativa va orientada a, entre otras muchas funciones, realizar movimientos y ubicaciones siempre aprovechando al máximo la volumetría.

Son instalaciones que ocupan la máxima altura y longitud posible y no necesitan pasillos, salvo el necesario para el transelevador en los casos en que la instalación lo requiera, con lo que la densidad de almacenamiento es máxima.

Conclusiones.

Podemos aumentar nuestra capacidad de almacenaje evitando el efecto “café para todos”. Es decir, que todo lo que tengamos en almacén esté en estantería convencional. Podemos influir en la capacidad de almacenaje con pequeños cambios de gestión de las existencias. Cambios que afectarán beneficiosamente a la productividad al tiempo que aprovechan mejor el espacio disponible.

“El objetivo es no almacenar aire y al mismo tiempo evitar el colapso o congestión del almacén, es decir, aprovechar el espacio sin perjudicar la gestión”

Porque cuando un almacén se desborda, es como si empezase a envejecer. Pierde agilidad y todo se realiza de forma más lenta, aparecen los errores, el desánimo y la desidia. Un almacén desbordado genera mucho trabajo extra de reubicación y búsqueda (normalmente infructuosa) de espacios nuevos donde depositar de cualquier manera las referencias. Referencias en las que luego tendremos que perder un tiempo enorme de localización y acceso. Las operaciones se eternizan, los tiempos muertos crecen y la productividad de la instalación cae en picado al mismo ritmo que el nivel de servicio. Además, es una espiral de caída en barrena difícil de revertir.

Quizá sea compras que, en busca de la mejor oferta, aumenta demasiado el volumen de lo que debe entrar en almacén sin ajustarlo bien a las ventas. También puede ser una señal de que no llevamos una gestión adecuada de las obsolescencias. No obstante, en cierto modo, que el almacén esté a rebosar puede indicar que nuestro volumen de negocio crece.

Si el volumen de negocio crece, la capacidad de almacenaje puede verse comprometida y no deja de ser una tragedia el hecho de que precisamente lo que nos hizo crecer, acabe con nosotros por no realizar los cambios necesarios a tiempo.