La gestión de almacenes se enfrentan a los mismos problemas que la logística en general, a saber, falta de personal y de capacitación del mismo, pedidos cada vez más numerosos, de menor tamaño y tremendamente personalizados, infinidad de devoluciones, omnicanalidad, plazos de entrega cada vez más reducidos, en definitiva, problemas planteados por las nuevas exigencias de las nuevas reglas de un mercado digitalizado.
La forma de resolverlos va a marcar el camino a seguir de las nuevas tendencias en la gestión logística en los almacenes. Ahora se plantean multitud de escenarios posibles que pueden convivir simultáneamente y que pasan por la automatización total o parcial de procesos de almacén, inteligencia artificial, IoT, computación en la nube, tratamiento del Big data, robotización, cobotización, etc. Pero realmente todavía está por ver (aunque no tardaremos mucho en hacerlo; menos de una década) si ese escenario idílico de robots trabajando para las personas y ayudándoles a tomar las decisiones correctas llega a ser tan bucólicamente ideal como lo pintan.
De lo que sí podemos estar seguros, nos parezca una situación ideal o no, es de que, poco a poco, lo primero que va a desaparecer de la gestión logística y sobre todo de los almacenes es la mano del hombre en aquellas tareas repetitivas que no requieran una alta cualificación.
Si esta afirmación les parece aventurada les conminamos a realizar un viaje al pasado y a recordar cómo era un almacén en los años noventa y compararlo con un almacén medianamente equipado de hoy en día. Un almacén en aquella época era un grupo más o menos numeroso de personas trabajando con sus manos y sus cerebros a pleno rendimiento. Multitud de individuos repartidos en todos los almacenes existentes tomando decisiones, caminando, localizando referencias a base de memoria, empaquetando, gritándose órdenes, realizando envíos, pegando pegatinas de transporte, filmando palés, etc. Y fijémonos en un almacén de hoy en día; sólo con la entrada del sistema de gestión SGA las decisiones de los operarios ha quedado relegado a seguir las instrucciones que les marca una pantalla y sus manos, si se adquieren los equipos necesarios, apenas se dedican a manejar maquinaria o a servirla, escoger cajas y escanear códigos.
Tendencias en la gestión logística
Las tendencias mas interesantes en la gestión logística a medio plazo referida a los beneficios de la gestion de almacenes pueden concretarse en las siguientes:
1.- Sistemas con capacidad de aprendizaje
Podemos simplificar diciendo que es lo mismo que aplicar algoritmos complejos para alcanzar soluciones sencillas. La piedra angular de cualquier tendencia de la gestión logística en un almacén es su sistema SGA. Los fabricantes cada vez introducen más capacidades a sus sistemas para que éstos se adapten constantemente a las nuevas circunstancias que sus usuarios les plantean. A través del autoaprendizaje el propio sistema se adapta consiguiendo por ejemplo que su manejabilidad mejore de forma tal que la tendencia que marca es a que cualquier persona, aunque carezca de capacitación, pueda no sólo comprender sino manejar el interfaz y por ende el software del almacén, es decir, exactamente igual que cualquier otro compañero con mas experiencia, comprende y maneja cualquier aplicación de su teléfono móvil, aunque no haya tenido una formación específica.
Por tanto, dentro de la gestión logística de almacenes, una tendencia clara es convertir la inversión en un sistema SGA en una prioridad fundamental.
2.- Transparencia absoluta
Los almacenes, como parte de la cadena de suministro, buscarán formas de ofrecer grandes cantidades de información fiable a sus proveedores y clientes. La visibilidad total del estado de cada pedido incluso en transacciones entre empresas será el resultado de un continuo intercambio de datos al servicio del seguimiento de cada proceso del almacén. Hecho que se verá favorecido por la continua automatización de cada proceso y del almacén en general.
3.- Logística inversa.
El consumidor no tolera retrasos, golpes en el embalaje, faltas en el pedido, etc., es más, existen plataformas que enarbolan la bandera del “compra mucho, pruébalo y devuelve gratis lo que no te quedes” como punto fuerte de su propuesta de valor. Para un almacén eso es logística, logística y más logística. Nunca se había prestado tanta atención al retorno de existencias post venta, a la logística inversa, y mucho menos sin argumentar motivo de peso alguno como ahora. Esta tendencia propia del ecommerce ha cambiado la realidad en los almacenes.
La gestión de la logística inversa en un almacén requiere de sistemas y softwares que permitan que productos de retorno vendibles, vuelvan a incorporarse a la cadena rápidamente, manteniendo su trazabilidad e integridad, reembolsando la cantidad abonada en principio y que lo hagan todo de forma eficiente. Esa es la tendencia.
4.- Omnicanalidad.
No nos referimos a algo que los almacenes deben soportar sino como objetivo a lograr. Las empresas deben tratar de colocar sus productos aprovechando las ventajas de todos los canales de venta a su alcance. Hoy en día, como consumidores, nos relacionamos con las empresas de múltiples formas. Vemos un producto en redes sociales, lo compramos en la propia red, en un Marketplace, en un comercio cercano, en la web del fabricante, lo recibimos en nuestro domicilio y lo devolvemos en un local o en una oficina de correos.
En todos los casos, los productos salen y entran en un almacén, a fin de cuentas, por tanto, la tendencia de estos almacenes debe ser adaptarse a esta realidad omnicanal, para aprovechar las circunstancias y dar el mejor servicio e información al cliente, surja éste donde surja.
5.- Robotización, cobotización, tecnología, AI.
Los pedidos son cada vez más numerosos y de menor tamaño, plazos de entrega cada vez más reducidos, personalizaciones de cada envío, clientes muy exigentes, ecommerce, omnicanalidad, y todo esto se traduce en verdaderos problemas de productividad. Los costes de manipulación se disparan, pero el cliente no está dispuesto a asumir ese coste. ¿Qué podemos hacer? Como hemos apuntado anteriormente, existe una tendencia muy marcada hacia la tecnologización y automatización de los almacenes. Es decir, a reducir al máximo el papel del ser humano en todos sus procesos no sólo en el picking. El objetivo es reducir lo máximo posible el tránsito de las mercancías, sus recorridos, proteger su integridad y conformar los pedidos sin errores y en masa, es decir, tareas propias de una máquina, que, por si fuera poco, además aporta algoritmos de autoaprendizaje, mejorando cada proceso continuamente sin apenas apoyo humano.
6.- RFID, realidad aumentada, IoT, 5G.
Esto permite intercambiar gran cantidad de información en tiempo real de forma multidireccional. Es decir, de producto a humano, de máquina a producto, de producto a máquina, etc.. Son tecnologías que se complementan con las del punto anterior con el mismo objetivo: aumentar la productividad, la eficacia y la eficiencia dentro del almacén.
7.- Más rápido
Si ponemos todo el conjunto de tendencias anteriores sobre el tapete (algunas ya son realidades muy tangibles) y simplificándolo a lo que respecta al almacén, veremos que al final se trata de reducir al máximo el tiempo que transcurre entre que un cliente realiza el pedido y le llega a sus manos (o al punto de recogida incluido su domicilio, aunque no esté de forma presencial) sin errores. De hecho, ofrecer tiempos de entrega cada vez más cortos es una ventaja competitiva, aunque no sea siempre necesario. Lógicamente la tendencia de los almacenes es a mejorar constantemente sus sistemas para poder dar cumplida respuesta a esta exigencia del cliente siempre que lo requiera, dado el impacto que el tiempo de sus procesos tienen sobre los de la cadena de suministro.
8.- Sostenibilidad
La necesidad por demostrar que no dejamos huella en el medioambiente es un valor en alza. No tenemos más que asomarnos a cualquier medio de comunicación para observar multitud de mensajes que prácticamente no llaman la atención sobre nada más, incluso en algunos, apenas aparece el producto unos segundos al final o no hablan del producto, sólo de lo poco que contamina. Quizá este punto afecte más directamente, o se vea con mejor claridad, en lo que respecta a la distribución y a los medios de transporte, pero igualmente tiene repercusiones en la gestión de los almacenes.
Conclusiones
La gestión de almacenes no para de evolucionar. Las tendencias en la gestión logística de almacenes van a enfocarse en conseguir una mayor rentabilidad, eficacia, eficiencia y mejora continua.
La forma de lograrlo pasa por el uso de las nuevas tecnologías. Las tendencias en la gestión logística del almacén muestran una clara disposición favorable a invertir en automatización y software de gestión, reducir los costos de manipulación, aprovechar las ventajas de la omnicanalidad y caminar invariablemente hacia la sostenibilidad, hacia la ecologística. Los almacenes deben servir pedidos cada vez más numerosos, en menor tiempo y de forma cada vez más eficiente sin disparar sus costes. Deben asumir gran cantidad de devoluciones y reventas, pedidos de última hora, disponibilidad 24/7, deben manejar gran cantidad de datos y mostrarlos de forma que ayuden a la previsión de las tendencias del mercado lo que los hace más y más eficientes.
Realizar mejoras y avances tecnológicos otorgan a los almacenes mayores capacidades que pueden poner a disposición de sus clientes. Caminamos hacia un mundo donde los almacenes funcionarán sólo con procesos que aprovechen las ventajas de las nuevas tecnologías que servirán de acicate para mejorar otras partes de la cadena, por ejemplo, el transporte, brindando al cliente posibilidades y servicios que hoy son todavía inimaginables.
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