Cuando pensamos en almacenes inteligentes lo primero que se nos viene a la cabeza son los almacenes automáticos. Inmediatamente pensamos en grandes transelevadores que gestionan silos de palés, en transportadores que llevan cajas y palés de un lugar a otro, en pickers guiados por sistemas de apoyo como un pick to light o un put to light, sin embargo este concepto de almacén automático se queda corto, el concepto de almacén inteligente es más amplio.
Si tuviésemos que explicar qué es un almacén inteligente a personas que nada tienen que ver con el sector logístico quizá lo primero que tendríamos que resaltar es que un almacén inteligente es como un almacén de toda la vida, pero repleto de tecnología para cumplir sus objetivos de forma eficiente y eficaz. Como cuando hablamos de inteligencia animal o humana debemos tener en cuenta que en inteligencia de almacenes también existen y coexisten diferentes tipos y grados de inteligencia, es decir, de tecnologización.
El cambio de un almacén tradicional a un almacén inteligente no se da en un día. Si partimos de un almacén de gestión tradicional con inventarios hechos a mano, pedidos en papel, etc, y deseamos emprender el cambio hacia una gestión inteligente de nuestro almacén, o disponemos de una gran capacidad de inversión para construir desde cero un almacén inteligente, o tendremos que ir poco a poco.
En las próximas líneas, más que tratar de explicar cómo llegar a conseguir que un almacén sea inteligente, que será objeto de otro artículo, mostraremos qué tecnologías interactúan para conseguirlo, pero teniendo en cuenta que los máximos beneficios de la gestión de almacén se alcanzan cuando el planteamiento se hace en el marco de toda la gestión logística.
Tecnologías utilizadas en un almacén inteligente
WMS (Warehouse Management System, en español, Sistema de Gestión de Almacenes - SGA)
El primer paso para acercarnos a una gestión inteligente es siempre el mismo, implantar un sistema WMS o sistema SGA. Dicho de forma muy resumida, un WMS es un gran gestor de datos, un software que recopila todos los datos en tiempo real de todas las referencias, procesos, maquinaria, elementos de manutención, etc, del almacén y los procesa con el objetivo de mejorar la eficiencia y la eficacia de todos los procesos. El WMS es el cerebro que lo gobierna todo y, o bien nos ayuda en la toma de decisiones, o bien las toma directamente sin requerir de nuestra intervención en los casos en que hayamos decidido que así sea.
Implantar un WMS trae consigo el uso de tecnologías como las pantallas táctiles o las PDAs, el uso efectivo de sistemas de identificación de artéículos (normalmente códigos de barras y sistemas RFID) y acostumbrarse a trabajar de forma sincronizada siguiendo instrucciones dictadas por un ordenador.
Automatismos y sistemas de apoyo
Una vez implantado un sistema WMS y habiéndonos acostumbrado totalmente al nuevo funcionamiento del almacén guiado por un software, la implantación de sistemas de apoyo al picking o de automatismos de toda índole suele ser habitual. Dado que existen tantos sistemas de apoyo y automatismos como casuísticas y empresas fabricantes en el mercado, no podemos hacer una relación de todos los existentes, de forma genérica nos referimos a los diferentes sistemas de pick o put to ligh, by voice, con realidad aumentada, almacenes verticales, mini loads, transelevadores, etc.
IoT (Internet of things, o internet de las cosas)
El Internet industrial de las cosas, es una subcategoría del IoT (Internet de las cosas) es decir, maquinaria interconectada entre sí y con plataformas de análisis y tratamiento de datos en grandes cantidades (Big Data). ¿Con qué fin? Mejorar nuestro conocimiento para crear procesos eficientes e incluso ayudar a crear nuevos modelos empresariales. La utilidad de que las máquinas se comuniquen entre sí e incluso lleguen a aprender a tomar decisiones tiene un potencial abrumador en los terrenos de la producción y la cadena de suministro. Por ejemplo, en producción o almacén, la maquinaria gracias a los sensores con los que va equipada puede autosupervisar su estado y solicitar sólo aquellas operaciones de mantenimiento preventivo necesarias, por tanto, no se realizarán intervenciones de forma periódica hagan falta o no como hasta ahora. Esto no sólo ahorraría costes en horas de mantenimiento y recambios innecesarios, sino que reduciría la inactividad de cada equipo y aumentaría su eficacia.
Cobots
Se trata habitualmente de un brazo robótico creado para trabajar junto a las personas en una cadena de producción, de ahí que también sean conocidos como robots colaborativos que tratan de ayudar ahorrando esfuerzos, evitando riesgos y en general optimizando las operaciones y procesos. Dentro del almacén este tipo de robots mejoran la productividad sin necesidad de variar en su totalidad las instalaciones y sistemas actuales. Esta tecnología sirve de apoyo a tareas repetitivas y de gran esfuerzo físico o mental para el operario como pueden ser el picking, el embalaje o el control de calidad por ejemplo a la entrada de mercancías.
AMR y AGV
Se trata de robots móviles autónomos y vehículos autoguiados. Este tipo de tecnologías están presentes en los almacenes inteligentes para el desplazamiento de cargas y cumplen diferentes funciones según su diseño. Como asistencia a un puesto de picking por ejemplo haciendo llegar todo tipo de referencias necesarias evitando que el operario se desplace, o colaborando con los pickers simplemente colocándose junto a la ubicación de picking que contiene la referencia que necesita el vehículo a la espera de que sea el operario el que introduzca la referencia en el vehículo como puede verse en este video.
Conclusiones
Lograr que un almacén sea inteligente es un camino que se recorre en varias fases. De hecho, podemos afirmar que una vez hemos empezado el camino, éste carece de final, todo depende del avance de las tecnologías y de nuestras propias necesidades y procesos.
Desde la implantación de un buen WMS podemos avanzar en la dirección que marquen nuestras expectativas vinculando al software todo tipo de tecnologías que, como hemos podido ver, van más allá que la simple automatización de algunos procesos.
En un almacén inteligente las diferentes áreas de trabajo se interconectan entre sí y a través de la red con otros sistemas para que el flujo de materiales no se interrumpa en la cadena de suministro. Los procesos manuales se reducen al máximo o quedan relegados a tareas apoyadas por cobots que los hacen más eficientes. La toma de decisiones queda en parte en manos de sistemas de inteligencia artificial que son capaces de recabar, filtrar y gestionar gran cantidad de datos. Las tareas repetitivas, poco gratificantes como el embalaje de productos, de gran esfuerzo o improductivas como los desplazamientos por el almacén son ejecutadas por máquinas que se comunican entre sí y con el sistema para agilizar el flujo de mercancías. El control de calidad o la verificación de pedidos pueden dejarse en manos de sistemas de visión artificial que comunicarán el estado del pedido en tiempo real y en caso de incidencia por ejemplo de deterioro de algún embalaje, son capaces de sustituir el producto dañado por otro en perfecto estado y enviar el dañado al departamento correspondiente sin apenas despilfarro de tiempo.
Un almacén inteligente es aquel que pone los avances tecnológicos a su alcance al servicio de la mejora de la eficacia y eficiencia de sus procesos. Tecnología punta a disposición de la mejora del nivel de servicio de un cliente que cada vez más valora su experiencia de compra tanto como la calidad del producto adquirido en sí.
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