10 CAMBIOS EN LA GESTIÓN DE ALMACÉN EN LA PRÓXIMA DÉCADA

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La mayoría de los cambios en la gestión de almacén han venido marcados por los cambios en el entorno social en el que se integran y al que sirven. Estos cambios sociales, provocan cambios en las costumbres y en las necesidades, es decir en la demanda. De forma análoga a como ocurre en la naturaleza, los almacenes deben adaptarse o morir, la “selección natural” también actúa en un entorno tan poco ligado a la naturaleza como es un almacén.

En los próximos años esta capacidad adaptativa de los almacenes y de las compañías a las que pertenecen o dan servicio, va a depender del nivel tecnológico que sean capaces de absorber e integrar en su know how a corto plazo. La razón es bien sencilla de entender, los cambios cada vez se producen a mayor velocidad y este ritmo de cambio continuo impuesto desde el cliente y sobre el que no podemos influir, sólo admite capacidad de respuesta igualmente rápida, esto es a lo que nos referimos cuando hablamos de adaptación.

“Rápido, bien, a la primera siempre y en cualquier situación”

El único camino que tiene la industria del almacenamiento de eliminar tareas repetitivas sin aporte de valor, pero con gran consumo de trabajo, es el camino tecnológico.

1.- La digitalización de los almacenes.

En general la digitalización es uno de los cambios en la gestión de almacén que sigue formando parte del futuro por una cuestión de tiempos, de ritmo de implantación. Ningún almacén se gestionará sin un sistema SGA independientemente de su tamaño, aunque sólo sea por la creciente intolerancia al error de almacén por parte de los clientes.

La adaptación del almacén empieza por la implantación de un software adecuado a sus necesidades, con el objetivo de mejorar sus ratios de eficiencia, costes, aporte de valor, realización de operaciones más sencillas y rápidas y una gestión de inventario en tiempo real visible para la cadena de suministro, en especial para los clientes.

2.- Realidad Virtual (RV) para el aprendizaje.

Uno de los cambios en la gestión de almacén vendrá por la forma en que capacitamos al personal que lo gestiona. Esta capacitación, en tareas de cierto riesgo como el manejo de carretillas, ya puede trasladarse al entorno virtual. El sistema supervisa el manejo de la carretilla, valora el progreso del operario en práctica, no necesita amplios espacios para trabajar, ni supone riesgo alguno para el formador, el empleado, las infraestructuras o la carga que maneja.

3.- WaaS: almacén como servicio.

La adaptación del almacén también pasa por un cambio en sus funciones tradicionales. Los almacenes que ya han pasado la transición y están altamente digitalizados pero dimensionados para una era no digital, ven cómo la optimización de procesos y uso de superficie les proporciona la posibilidad de “prestar” sus servicios e instalaciones a otras empresas.

De ahí surge el WaaS (Warehouse as a Service), empresas que no son necesariamente operadores logísticos, pero que ofrecen igualmente la posibilidad de subcontratar su gestión de stocks y espacios a otras empresas. Este es uno de los cambios en la gestión de almacén que aporta ventajas bidireccionales, por una parte, el inquilino puede aprovechar espacio de almacenaje ya en uso sin tener que firmar costosos contratos de arrendamiento a largo plazo y el arrendador aprovecha mucho mejor sus espacios vacíos e improductivos.

4.- Manejo de escenarios o gemelos digitales.

Que extrayendo datos de la propia gestión o de una comunidad de gestores de almacén nos permitirá simular cambios de flujo o sistemas novedosos en operaciones concretas, para poder visualizar funcionamientos y valorar resultados previamente sin necesidad de implantar. Se disminuye pues, la asunción de riesgos de las nuevas implantaciones o de cambios de proceso, al permitir su valoración en un escenario digital simulado, pero idéntico al real.

5.- AI & Machine learning.

El propio sistema SGA integrará elementos propios del machine learning y la inteligencia artificial. Softwares que irán aprendiendo de su propia actividad y nos ayudará a optimizar operaciones, a adaptarnos a los continuos cambios y a gestionar la información de forma cada vez más económica y eficaz.

6.- Nuevas formas de robotización total o parcial.

Los nuevos sistemas robóticos para gestión de stocks basados en los AMR (Autonomous Mobile Robot), son muy flexibles, adaptables, con menos mantenimiento, de altísimo rendimiento y no dependen de un motor para su operativa, lo que impide que la instalación se detenga por una avería.

Se pueden alquilar AMR para picos de trabajo, campañas o promociones, sus estructuras se adaptan a cualquier forma y casi a cualquier altura de almacén, trabajan con gavetas propias o con el propio embalaje de producto, sus estaciones de picking pueden ser autónomas e independientes de la instalación principal y se pueden combinar con otros sistemas de alto rendimiento como pick to wall, pick to light, pick by voice, etc.

7.- Cambios en el perfil del personal de almacén.

Este será uno de los grandes cambios en la gestión de almacén. En paralelo a la adaptación del almacén a las nuevas tecnologías y como consecuencia de la digitalización, tanto el perfil de operario como el de responsable o jefe de almacén cambiarán. Ya están cambiando.

Los almacenes requerirán perfiles mucho más tecnológicos, promotores del cambio y que sepan tomar decisiones estratégicas adaptativas a dichos cambios. Por su parte, a nivel operativo, el equipo deberá ser muy disciplinado y orientado a la aportación de ideas y mejora continua de cada puesto de trabajo.

8.- Manejo de datos, IoT.

Estos nuevos perfiles van a tener que ser capaces de manejar una ingente cantidad de datos generados en tiempo real. Deberán mostrar grandes capacidades analíticas y de planificación y ser capaces de tomar decisiones en base a lo que el Big Data les muestre.

La anticipación, es decir, la planificación de las acciones y la adaptabilidad a cambios externos, pero también internos (bajas, accidentes, vacaciones, cambios operativos, nuevos servicios, etc.) serán la clave para distinguirse de la competencia y serán habilidades que se exigirán a los nuevos gestores y en los que se fundamentará la capacidad de adaptación del almacén.

9.-  En cuanto a su tamaño y ubicación.

Parece una tendencia clara e imparable en ecommerce, el hecho de que los almacenes reduzcan su tamaño y se localicen cada vez más cerca e incluso dentro de los principales centros urbanos. Almacenes desde los que se distribuirá a los barrios o distritos próximos o servirán como centros de recogida altamente automatizados no sujetos a restricciones horarias.

10.- SaaS, software en la nube.

Si hablamos de adaptación del almacén, hablamos de software en la nube. Un cambio de tendencia social o comercial o un “cisne negro” como una pandemia mundial, no suele tolerar con facilidad el tiempo de espera necesario para una nueva versión de software. Cambios rápidos requieren adaptación inmediata. La solución es el sistema SGA implantado en la nube.

No podemos esperar a que lleguen las nuevas versiones para afrontar un imprevisto, una nueva forma de gestión o un nuevo autómata en el mercado. Trabajando en la nube no sólo ahorramos infraestructura, sino que ganamos actualización en tiempo real y todas las ventajas de trabajar siempre con la última versión del sistema SGA.

Conclusiones

Disminuir la participación humana disminuye la variabilidad y el error y aumenta la eficiencia. La robótica, los nuevos software, el machine learning, la inteligencia artificial, el Big Data, la nube, el IoT y los nuevos tipos de gestión de almacenes, van enfocados a la nueva visión que se tiene del papel del ser humano en la industria y que se ha generado en esa revolución llamada 4.0.

Por tanto, quizá el mayor reto que deben asumir los almacenes del futuro sea el cambio radical de la visión que tenemos los humanos sobre ellos. No hay nada que podamos hacer frente a un robot que ejecuta tareas repetitivas de forma más rápida, más eficiente, más eficaz y constante que un humano.  Por tanto, nuestro papel debe centrarse en aquellas labores a las que la tecnología no llega, por ejemplo, la toma de decisiones estratégicas basadas en datos.

Estos cambios en la gestión de almacén, variarán tanto el concepto de funcionamiento interno de todos los almacenes como las necesidades de su personal a cargo.

Los grandes cambios en la gestión de almacén vendrán liderados por sistemas cuyo objetivo sea relegar al ser humano a tareas y funciones fuera del alcance de la tecnología, es decir, aquellas que aportan verdadero valor.

*Foto de fabrica creado por vanitjan - www.freepik.es

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